Descansa en paz, amigo Miguel

Se llamaba Miguel. Sólo lo conocí por la red expresando sus opiniones sobre los temas de la actualidad y leyendo sus interesantísimas reflexiones sobre la vida. No sé cómo era en la realidad pero, a pesar de ello, lo sentía cercano porque cada vez que escribíamos uno de los dos, sabíamos que el otro estaría ahí. Muchas veces coincidimos en las posturas, otras no tanto. Ahí estaba la gracia. Su blog no podía llamarse de otra manera: "Pasa y opina -- Kiero aprender". Abierto a las posturas de los otros, coincidíamos en la lectura de varias bitácoras.

Resulta curioso cómo el ciberespacio puede acercarte a gente interesantísima. Miguel era uno de esos hombres que te aportaban algo nuevo, que te hacía pensar en las pequeñas cosas de la vida. En las dos últimas semanas apenas le había seguido por asuntos académicos y, quizá sea por eso, me siento un poco mal. Siento que podría haberle hecho un gesto de cercanía antes de que se fuese por un accidente de tráfico. Me lo ha dicho Paquita.

De paso, también me he enterado de que mi amigo Naveganterojo tiene unos problemas. Espero de todo corazón que no sea nada. Naveganterojo debe saber que hace falta alegría en esta vida y que por ello hay que luchar.

Sé que estoy lejos físicamente, pero quiero que ambos sepan que estoy cerca de ellos y de quienes más le quieren.

Miguel, DEP amigo.

PD: menudo día más negativo. ETA ha vuelto a hacer de las suyas asesinando al inspector Eduardo Puelles.