"No tengo ninguna añoranza de aquellos parlamentarios que justificaban los asesinatos de políticos del PSE y del PP"
Al final se ha hecho con la lehendakaritza. Los resultados de las pasadas elecciones vascas otorgaban a Patxi López la oportunidad de subir a la presidencia autonómica, algo que finalmente ha conseguido en una sesión en la que le dieron su apoyo grupos tan dispares como PP, PSE y UPyD. El PNV, como cabía esperar de una formación que se ha acomodado en el puesto del mesías nacionalista y en el sillón de Ajuria Enea, representó ayer su pataleta particular. Egibar encarnó perfectamente ese mosqueo y ese odio a la alternancia política con su metáfora de la entrega de la cabeza del vasco. En realidad, lo que le fastidia a este hombre es que su partido ya no podrá apropiarse más de las instituciones del País Vasco como método para reafirmar la "realidad nacional" vascuence. Y es que, tampoco podríamos esperar más de un grupo de personas que todavía siguen los postulados de un tal Sabino Arana.
El cambio empieza dentro de poco. Un símbolo de estos nuevos tiempos será el del juramento ante el árbol de Gernica. Por fortuna, los representantes políticos ya no se arrodillarán más ante Dios tal y como habían hecho los anteriores presidentes peneuvistas cuando tomaban posesión oficial. Hay que tener respeto pero nunca hay que arrodillarse.
López está ahora en plena resaca política. Muchos no le brindarán el margen de los 100 días así que más vale que se tome cuanto antes una aspirina para ponerse manos a la obra en un proyecto que puede ser ilusionante y, sobre todo, sano.
Comentarios
Anónimo, habrá que esperar a ver cómo se desarrollan los acontecimientos para hacer un balance sopesado. Por eso hay que darle, de primeras, los cien días de rigor.
Un saludo a ambos.
Recibe un cordial saludo
Un beso. PAQUITA