- 13 de marzo de 2007. El gobierno polaco anunció la propuesta de prohibir "la promoción de la homosexualidad o cualquier otra desviación en los colegios, así como a los profesores gays"
- 8 de abril. El viceprimer ministro de Polonia, Roman Giertych, en una entrevista al diario El País afirmó que prohibía "la propaganda gay por mis creencias como hombre, no por mi religión".
- 19 de mayo. 5.000 personas se manifestaron en Varsovia en la llamada "Parada de la igualdad" a favor de los derechos de los homosexuales. De esta manera, aparecen las primeras quejas multitudinarias sobre la política intervencionista del gobierno.
- 20 de mayo. El viceprimer ministro polaco, Giertych, definió a los homosexuales como "pederastas asquerosos".
Señores, no hablamos de imponer unas opciones sexuales sobre otras, sino de justicia a la hora de considerar a este colectivo como lo que es: un grupo de personas que buscan sus derechos dentro del respeto. Me agradaría ver a muchos de los que se consideran liberales defender a los homosexuales frente a la discriminación y en contra de las políticas que intentan imporner una visión determinada. Esperemos que la UE se muestre tan clara ahora como lo hizo el Parlamento Europeo cuando emitió una resolución en la que condenaba la incitación al odio "homófobo" (antihomosexual) y mencionaba explícitamente al presidente Kaczynski. Además, ayer la Comisión Europea quiso dejar claro su apoyo a la libertad de los medios para decidir sus contenidos.
Algunos debería saber que la democracia consiste en respetar la libertad del otro y no en utilizar los mecanismos que se tengan al alcance de la mano para aplastar a quien no tiene la misma inclinación sexual. Ser de color morado, tener la voz aguda e ir con un bolso no es un delito, es una muestra más de diversidad que no se "contagia". Para aquellos que sienten este odio tan visceral, les regalo esta conocida cita del reverendo Martin Niemöller:
Primero fueron a por los judíos,
y yo no hablé porque no era judío.
Después fueron a por los comunistas,
y yo no hablé porque no era comunista.
Después fueron a por los católicos,
y yo no hablé porque era protestante.
Después fueron a por mí,y para entonces ya no quedaba nadie que hablara por mí.
EDITO: Hoy, Sowinska, a través de su portavoz Wieslawa Lipinska afirma que "ni ha pedido ni pedirá" a los psicólogos que investiguen esta cuestión. Algo mejoramos, pero no mucho.
Comentarios
Reprobable conducta del gobierno polaco que puede ayudar a entender la negativa a la entrada de Turquía.
Saludos Natalia
# Bernat ¿y ese talante donde está? porque de los doscientos paises que forman ahora la UE hay muchos para criticar ¿no?
Empezando por el/los nuestro/s o lo que sea esto.