Trump y Merkel: la primera gran crisis entre Alemania y EE.UU. tras la IIGM



28 de mayo de 2017, la canciller de Alemania, Angela Merkel, describe al presidente de Estados Unidos, Donald Trump como no fiable y defiende en plena precampaña que la UE debe tomar las riendas de su futuro. Unas declaraciones que se producen tras las erráticas cumbres del G-7 y de la OTAN, en las que el presidente norteamericano entró como un elefante en una cacharrería en su presentación oficial a la flor y nata de la comunidad internacional. Los retos a los que la comunidad europea tendrá que hacer frente, según la canciller, son los que más incertidumbres están despertando desde hace meses entre muchos ciudadanos y entre la comunidad internacional en general: el Brexit y la elección de Trump al frente de la presidencia.

En apenas dos frases, en Múnich, jarra de cerveza en mano y rodeada por los militantes del partido hermano de la CDU, la CSU, la que muchos denominan como la mujer más poderosa del mundo dejó claras sus intenciones: que la UE debe finalmente dar un paso enfrente para avanzar en el proyecto común y que no puede esperar que terceras partes se lo pongan fácil, en referencia, por supuesto, a Estados Unidos y Reino Unido, pero también a Rusia. La canciller ha mostrado sus cartas al exterior y de paso le ha quitado a su máximo oponente en las próximas elecciones de septiembre, el socialdemócrata Marin Schulz, la carta europeísta con la que pretende marcar la agenda política antes de los comicios al Bundestag.

A todo esto, la respuesta de Trump en su línea, en 140 caracteres. Afirma que EE.UU. tiene un déficit comercial masivo con el país germano, es decir que EE.UU. importa más de Alemania que lo que exporta, y defiende que el país europeo paga menos de lo que debería a la OTAN.


¿Por qué la normalmente comedida Angela Merkel ha elevado el tono? Vamos a describir y a analizar las posturas de la canciller y del presidente norteamericano y vamos echar un ojo a la situación que ha desembocado en que en pocos meses los gobiernos de dos países tradicionalmente aliados hayan pasado a sospechar el uno del otro. 

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