Horas bajas en las relaciones germano-turcas



La historia que ha generado una nueva crisis en las maltrechas relaciones entre Turquía y Alemania toca la fibra sensible del país teutón: un periodista turco-alemán es detenido e investigado por las autoridades turcas por pertenencia y/o apoyo a organización terrorista. Su nombre, Deniz Yücel, y es corresponsal de "Die Welt", uno de los mayores diarios del país germano. Se sabe que en septiembre investigó una red de ciberacoso a críticos del gobierno de Recep Tayyip Erdoğan y ahora le acusan de difundir propaganda del PKK, el Partido de los Trabajadores del Kurdistán. Llama la atención que las autoridades otomanas han vertido acusaciones similares a centenares de periodistas turcos, pero estos no tienen nacionalidad alemana. 

Por su parte, el ministro de Asuntos Exteriores de Alemania, Sigmar Gabriel (SPD), ha llamado a consultas al embajador turco en Berlín y la canciller, Angela Merkel, ha demandado la liberación de Yücel. Por cierto, frente a su embajada se han concentrado centenares de personas y Los Verdes ya han iniciado una campaña de apoyo al periodista, que cuenta con ambas nacionalidades.

Como respuesta, en Turquía, restringieron el acceso al tabloide alemán, bild.de.

¿Las consecuencias de todos estos acontecimientos? Turquía y Alemania se encuentran ante una nueva crisis y sus lazos se deterioran a velocidad de crucero. Como puede esperarse, se están generando nuevas dudas sobre la colaboración entre ambos países y los acuerdos UE-Turquía, por los que esta acoge y contiene parte de la ola migratoria de refugiados. 

A todo esto, Yücel sigue en prisión y anhela en una carta su puesta en libertad.

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