La II Cumbre México-Caricom (Caribbean Community), que se celebró oficialmente el lunes 21 de mayo en Bridgetown (Barbados), ha traído consigo un espaldarazo a las relaciones bilaterales y la confirmación de queMéxico sigue apostando por el componente económico a la hora de abordar sus relaciones exteriores. A dicha reunión acudieron los jefes regionales de las 15 naciones de la Caricom y el presidente mexicano, Felipe Calderón, que está sacando su perfil más internacional durante sus últimos meses de mandato antes de las elecciones que se celebrarán el 1 de julio.
Durante la cumbre de Bridgetown se puso de manifiesto el especial interés de los países del Caribe por acercarse a México, un vecino que tiene un gran peso económico en la región y que resulta muy atractivo para sus intereses en materia de cooperación técnica y científica. En este sentido, unas buenas relaciones económicas con México suponen para estos países la posibilidad de que sus productos tengan mayor acceso a un potencial número de mercados internacionales, gracias a los 12 tratados de comercio que México tiene suscritos con 43 países, entre los que destacan EEUU, Canadá, la Unión Europea y muchos vecinos latinoamericanos.
En la declaración conjunta emitada tras la cumbre internacional, se ahonda en este objetivo deseado por los países caribeños cuando se propone buscar ”medidas para la creación de condiciones favorables para laexpansión y promoción del comercio de bienes y servicios, así como de las inversiones, a través de la implementación de una estrategia de difusión”. Tanto la Caricom, como México son conscientes de la importancia estratégica de estos intercambios en la medida que México consigue incrementar su peso económico en una zona de tradicional expansión propia, mientras que la Caricom ve en la sintonía con el país norteamericano la manera de hacerse un hueco en la esfera internacional latinoamericana.
Defensa de los intereses caribeños en la próxima cumbre del G20
Los países caribeños reconocieron durante la cumbre México-Caricom la necesidad de que México se erija como interlocutor que defienda los intereses del Caribe en la próxima cumbre del G20. Durante la reunión mantenida entre los jefe de Estado y de Gobierno, los países caribeños mostraron su deseo de que México les dé voz en un foro en el que estos territorios apenas son tenidos en cuenta debido a su pequeño tamaño y su alto grado de endeudamiento. Calderón afirmó ser “bien consciente” de esta circunstancia y por ello se comprometió a dar a conocer sus opiniones sobre los asuntos económicos que se traten en la próxima cumbre del G20 que se celebrará precisamente en México. “Las naciones del Caribe pueden contar con México como amigo y un socio que les representará de manera activa y orgullosa en el G20, porque nosotros también somos, y voy a subrayar esto, parte de la región caribeña”, afirmó Felipe Calderón ante los representantes de la Caricom. De esta manera, el presidente mexicano ahondó en su papel de mediador en el G20 que ya inició anteriormente cuando invitó a Chile como presidente de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac).
Pero ahí no queda todo, la Caricom ha apostado fuerte por México y ve en él un gran interlocutor en otros foros como la Organización de Estados Americanos (OEA) y la Celac. Precisamente, Felipe Calderón destacó en la II Cumbre México-Caricom la importancia de la Celac como una herramienta útil para afrontar los retos comunes de los países miembros de este bloque.
Por último, cabe destacar que otro de los asuntos que marcó la agenda bilateral pasó por “reforzar la cooperación a nivel multilateral en el proceso preparatorio de la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Desarrollo Sustentable Río+20, a celebrarse en Brasil, en junio de este año, para alcanzar entendimientos comunes en el concepto de economía verde en el contexto del desarrollo sustentable y la erradicación de la pobreza; así como en el establecimiento de un marco institucional eficiente y efectivo para el desarrollo sustentable”, tal y como se puede leer en la declaración conjunta. Este tema, junto con la necesidad de ampliar la coordinación y el intercambio de información para afrontar la amenaza de la delincuencia organizada transnacional en la región completó las prioridades de ambos interlocutores.
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