La Cooperación entre América Latina y la Unión Europea en Políticas sobre Drogas (COPOLAD) nació el 18 de diciembre de 2009 -aunque su lanzamiento oficial se produjo en enero de 2011- como un foro para mejorar el diálogo bi-regional entre América Latina y la Unión Europea, en relación a las políticas sobre drogas desarrolladas en el continente americano, e impulsar la cooperación entre las diversas agencias nacionales responsables de estas políticas en los países de ambas regiones. Es decir, hablamos de un programa de cooperación a través del cual se pretenden intercambiar experiencias y buscar respuestas para combatir el fenómeno del tráfico de drogas que, a día de hoy, tiene en los países sudamericanos a uno de los mayores productores mundiales. Por poner un ejemplo, según el Informe Mundial de Drogas 2011, redactado por la UNODC, países como Colombia, Perú y Bolivia concentran gran parte de la producción de cocaína que provee directamente a EEUU y la UE.
Esta relación tan estrecha entre la producción en América Latina y el consumo en la UE fue la que motivó el nacimiento de la COPOLAD. Como es sabido, el tráfico de drogas es un fenómeno global que interconecta a un gran número de países. La UE es consciente de este hecho y por eso decidió lanzar esta iniciativa que financia al 100%, a través de la Dirección General de Cooperación y Desarrollo Europe-Aid. Debe tenerse en cuenta que la UE, como potencia que teóricamente pretende desarrollar una política de poder blando en sus relaciones exteriores, considera la cooperación en el ámbito de las políticas sobre drogas una prioridad. De hecho este es uno de los puntos que más importancia tiene en el Documento de Programación Regional 2007-2013 para América Latina por varias razones:
- Primero: porque afecta directamente a la estabilidad política de los países donde operan las redes dedicadas al narcotráfico.
- Segundo: porque las consecuencias de esta actividad ilegal rebasan las fronteras nacionales en términos de consumo, aumento de la criminalidad, corrupción y blanqueo de dinero y su impacto sobre el medioambiente.
El consorcio encabezado por la FIIAPP (Fundación internacional y para Iberoamérica de Administración y Políticas Públicas) y la DGPNSD (Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas) son quienes encabezan este proyecto de coordinación entre la UE y América Latina. En este sentido, los socios de dicho consorcio pertenecen a ambas orillas del Atlántico. Estos son España, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Perú, Uruguay, Alemania, Francia y Portugal. En la actualidad, España es el país que lidera la COPOLAD, ya que este proyecto respondía a la visión que tenía el anterior gobierno socialista sobre las relaciones exteriores, basadas en la cooperación y la coordinación con otros países para abordar problemas comunes. Habrá que ver si este país sigue apostando por la lucha contra el tráfico de drogas a través de la COPOLAD cuando se terminen las ayudas destinadas a dicho proyecto, algo que se puede poner en duda a tenor de los recortes recientemente anunciados que reducirán el presupuesto del Ministerio de Asuntos Exteriores y Cooperación en un 43,6%.
Un Libro Blanco sobre drogas en Latinoamérica
Una de las iniciativas más interesantes de este programa radica en la redacción de un pionero Libro Blanco sobre narcóticos que sirva como referente en la lucha contra el narcotráfico en América Latina y la UE. Anteriormente, se han redactado informes semejantes a nivel nacional, pero nunca en un plano internacional. Según se ha dado a conocer, el libro analizará la efectividad de las políticas contra la proliferación de drogas que se están desarrollando en los países europeos y latinoamericanos. Lo que se pretende con ello es ayudar a los actores estatales a hacer frente a las consecuencias derivadas del tráfico de estupefacientes y reducir tanto la demanda como la producción de este tipo de drogas.
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