Visita relámpago a La Habana con el deseo de profundizar en la relación de Colombia con Cuba, y primer encuentro con Chávez tras ser operado nuevamente del cáncer que padece.
Viaje relámpago de Juan Manuel Santos a La Habana, la primera visita de un presidente colombiano a Cuba desde que Andrés Pastrana participó en la Cumbre Iberoamericana en La Habana, en noviembre de 1999.
Santos viajó a Cuba con la difícil tarea de sugerir a Raúl Castro que desista en su interés de acudir a la VI Cumbre de las Américas. Tendrá complicado cumplir dicha misión porque Raúl Castro no está por la labor de darlo todo por perdido ya que sabe que ser aceptado en ese foro internacional supondría un gran espaldarazo a la política exterior cubana en América Latina.
Aparentemente, Cuba no ha pedido formalmente participar en la reunión de la OEA -de hecho busca ser invitada- pero cuenta -como destacó Hechos de Hoy- con los apoyos de los gobiernos de Venezuela, Ecuador, Bolivia y Nicaragua, que han condicionado su participación a la aceptación de Cuba, un extremo al que la Casa Blanca no quiere llegar. Barack Obama, por su parte, está inmerso en plena campaña electoral contra los republicanos y es consciente de la importancia del voto cubano en un estado de gran importancia como Florida con el termómetro que supone Miami. Para evitar problemas, Obama no quiere coincidir con Raúl Castro en un foro internacional ya que este gesto conllevaría graves consecuencias para la carrera a la reelección como presidente de EEUU.
Juan Manuel Santos, como presidente del país organizador de la Cumbre de las Américas, se ha convertido así un simple mensajero que tiene que dar malas noticias. Ese es el papel que le ha tocado jugar y del que difícilmente puede escapar por su cercanía a Estados Unidos. A pesar de ello, se sabe que el Gobierno colombiano había llevado a cabo gestiones para que La Habana estuviera presente y así conseguir el consenso necesario para que la OEA no sufra una más que probable factura, pero ninguna de ellas ha tenido éxito debido a la negativa norteamericana.
Así que la visita del presidente de Colombia a Cuba se convirtió en la última oportunidad para apaciguar los ánimos y silenciar un tema que ha despertado grandes controversias en todo el continente . Habrá que ver la cintura política del presidente Santos, que tiene por delante uno de los mayores retos que se le han presentado en política exterior desde que su llegada a Casa Nariño.
El encuentro con Chávez
En este viaje relámpago, Juan Manuel Santos se reunirá con Hugo Chávez, que se encuentra en Cuba en pleno tratamiento médico, para la firma de unos anexos de un tratado comercial entre ambos países. Con dicha rúbrica dicho texto entrará en vigor de manera inmediata por lo que no se esperan mayores sorpresas al respecto.
Eso sí, muchos afirman que Chávez intentará convencer a Santos para que invite a Cuba en la VI Cumbre de las Américas. Así lo hará, aunque Santos ya tiene decidido qué tiene que decirle a Castro mucho antes de reunirse. TAMBIÉN PUBLICADO EN 'EL INDIANO' DE 'HECHOSDEHOY.COM'
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