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Un estudio de la BBC, con una muestra superior a 11.000 encuestados, pone de manifiesto que las tres primeras preocupaciones de la mayoría de los ciudadanos de 23 países diferentes son, por este orden: la corrupción, la extrema pobreza y el paro. En comparación con el mismo tipo de encuesta realizado el año pasado, el problema del desempleo ha escalado posiciones entre los principales quebraderos de cabeza (+18%) seguido por todo lo relacionado con el crimen y la inseguridad ciudadana, el estado de la educación y lo que se denomina como "problemas políticos".
Atendiendo a estos resultados, que pueden ser consultados a través de la infografía situada en la parte superior, podemos sacar varias conclusiones:
- La corrupción sigue siendo no sólo uno de los principales problemas en los países en vía de desarrollo, sino también en aquellos que muestran un nivel de desarrollo superior. Tampoco importa el régimen político existente ya que parece que la corrupción es un fenómeno transversal, que no entiende de democracias y dictaduras, sino de chantajistas e interesados. Nos encontramos así ante una lacra que puede contribuir a la desestabilización de países y al surgimiento de un creciente deslegitimación de los sistemas democráticos que rigen muchos de los países encuestados por BBC.
- A pesar de la existencia de planes específicos para luchas contra la extrema pobreza tanto a nivel nacional como internacional, esta parece estar muy lejos de desaparecer. Es cierto que áreas geográficas como América Latina han mejorado sus porcentajes de pobreza, pero aún sigue habiendo grandes bolsas de pobreza generalizada en África y en países BRIC como India o Brasil.
- Por último el desempleo genera una gran inquietud tanto en los países "subdesarrollados" como en los desarrollados. Parece ser que, si no se ponen sobre la mesa medidas efectivas de creación de empleo, podría surgir un gran desencanto en muchos países que puede derivar en desestabilización. Hay que tener en cuenta que muchas personas no pueden cubrir sus necesidades más básicas debido a la falta de trabajo, por lo que es razonable pensar que si estas no están cubiertas, sean muchos los que busquen alternativas de naturaleza dispar para poder subsistir. En este sentido, los gobiernos de los países encuestados deben tomar conciencia de que si no desean que la falta de empleo se traduzca en movilizaciones y desencanto social, deben tomarse muy en serio atajar un problema que está en la primera división entre las preocupaciones de los ciudadanos.
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