Comenzamos el repaso de la actualidad internacional en Ucrania, donde la ex primera ministra, Yulia Timoshenko, ha sido condenada a siete años de prisión a razón de un delito de abuso de poder en la firma de un contrato de suministro de gas ruso con el primer ministro de aquel país, Vladímir Putin. La justicia ucraniana da así la razón a Naftogaz, la empresa nacional de gas y petróleo que demandó a Timoshenko porque consideraba que la firma del contrato entre Ucrania y Rusia afectaba a la actividad de dicha compañía en el país. Son muchos quienes consideran que esta sentencia constituye un ataque de carácter político contra la que fue considerada como “heroína de la Revolución Naranja”, que tuvo lugar en 2004. En este sentido, Timoshenko afirmó que “ningún régimen autoritario ni sus sentencias van a detenerme”, y se dirigió a la población enhortándola a la lucha ya que, en sus palabras “debemos defender a Ucrania del autoritarismo”. De este modo, la decisión de la justicia ucraniana puede tener consecuencias muy graves para el ejecutivo de Kiev en sus relaciones con Rusia y con la UE, cuya alta representante de Política Exterior, Catherine Ashton, ha criticado el fallo del tribunal y ha abierto la posibilidad de una revisión en la política común respecto a Ucrania.
El otro gran asunto de la jornada pasa por China. El primer ministro ruso, Vladimir Putin, se encuentra en Pekín con el objetivo de reforzar y profundizar en las relaciones comerciales con la potencia asiática. Entre otros asuntos, los ejecutivos de ambos países firmarán una veintena de acuerdos económicos pero las diferencias existentes entre ambos interlocutores, impedirán que se llegue a la consecución de un acuerdo bilateral de suministro gasístico, gran asunto que centra la atención de los dirigentes del Kremlin. Rusia, que está centrando su acción exterior en el aumento de su influencia en el suministro de gas mundial, no está consiguiendo, por el momento, que China acepte las tarifas que los países europeos pagan por el gas ruso. De hecho, las diferencias en el precio sobre el gas están bloqueado la construcción de dos proyectos de suministro entre ambos países: uno a través de Siberia occidental, que enlazaría con los gasoductos procedentes de Asia Central, y otro por Siberia oriental.
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