La viñeta de la semana: clase política

España, últimos días del año 2010. Es hora de balances. Durante 2010 hemos presenciado todo tipo de sucesos: revelaciones mundiales, rescates financieros de países, protestas ciudadanas... En esta ocasión quisiera centrarme en lo que muchos denominamos como "clase política", con sus derechos, privilegios y, por qué no, también peligros. Cuando veo a nuestros representantes políticos la primera palabra que me viene a la cabeza es mediocridad. En un país como el nuestro, en el que escasea un sentimiento de civismo que sea consciente del bien común, los dirigentes políticos han sabido aprovecharse de nuestra inoperancia para campar a sus anchas. Los hay honrados, como en todos los sitios, pero quienes más destacan son los que han puesto amigos o familiares en la administración, aunque estos no sean valedores de tal cargo. El puesto "a dedo" toma protagonismo y la falta de formación es el pan nuestro de cada día. Quienes ocupan puestos técnicos en la administración o intentan hacerse un hueco en el mercado laboral tienen que esforzarse y reiventarse para mantenerse. Tristemente, nuestra clase política ni se esfuerza, ni se reiventa.

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