Afganización inacabada

PUBLICADO EN 'MIRADAS DE INTERNACIONAL'


Marcarse fechas límites para acabar una misión puede ser la perdición para cualquier ejecutivo. En primer lugar porque cabe la posibilidad de que no se terminen las tareas encomendadas para esa fecha y, en segunda instancia, porque se acelera de manera innecesaria un proceso que por razones técnicas debe demorarse. Esto es lo que podría pasar con la retirada de Estados Unidos en Afganistán. Tanto el Presidente, Barack Obama, como el vicepresidente Joe Biden, decidieron que el verano de 2011 sería el inicio del fin de la presencia estadounidense en el país asiático.

Es cierto que este tipo de decisiones quedan sujetas a las consideraciones militares porque son estos tipos de mandos los que tienen un conocimiento más amplio de la situación que vive el país afgano. El pasado 16 de agosto el general David Petraeus, que está al mando del contingente militar en el país, cuestionó esta salida. En su opinión, es ahora cuando se están produciendo avances en la lucha contra los talibanes que quieren derrocar el ejecutivo de Hamid Karzai. Y quizá lleve razón, aunque precisamente el anuncio de una retirada que se produciría en menos de un año haya animado a los yihadistas ya que ven un horizonte en el que ellos podrían volver a tomar el control de muchas regiones afganas.

Eso es lo que está sucediendo ahora. Los insurgente se han envalentonado frente a unos ejércitos y unas instituciones que sufrirán un debilitamiento considerable si la misión internacional de la ONU no se mantiene en Afganistán.Según informó la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) más de 20 combatientes talibán han muerto en un fallido ataque contra dos bases militares de la OTAN en la provincia oriental afgana de Khost, fronteriza con Pakistán. El problema es que no sólo las regiones más cercanas a Pakistán -lugares históricos de la resistencia talibán- están siendo testigos del incremento de la violencia. Otras áreas como la provincia de Badghis, que se encuentra al noroeste del país, también han sufrido un repunte de la acción armada. Precisamente fue aquí donde murieron dos guardias civiles españoles y su intérprete mientras daban unos cursos de formación para las fuerzas de seguridad afganas.


Proceso de afganización inacabado


La estrategia marcada por los ejércitos presentes en Afganistán era clara: formar cuerpos de seguridad autóctonos que se encargaran de la seguridad del país. En eso consiste en el proceso de afganización que está muy lejos de haber conseguido sus objetivos. Si tenemos en cuenta la fecha límite marcada por la administración Obama, podemos afirmar que esta afganización no va a tener resultados efectivos. Lo que se quiere conseguir es levantar el órgano represivo de un estado en unos pocos meses y, aunque algunos no quieran reconocerlo, construir un estado en tan poco tiempo resulta prácticamente imposible.

La razón es muy sencilla: no se puede formar en tan poco tiempo un ejército solvente que luche contra los talibanes y garantice la seguridad porque este deberían sustentarse en unas instituciones políticas que tuvieran un grado de influencia a nivel nacional, algo que no sucede a día de hoy. Además, los actuales efectivos con los que cuenta el ejército afgano quedan muy lejos de tener un carácter profesional. De hecho, nunca han desarrollado ninguna maniobra en solitario y sólo se han dedicado a colaborar en contadas ocasiones con efectivos de los EE.UU.

Si a todo esto sumamos el escaso desarrollo que se ha producido en materias educativas, políticas y sociales, nos encontramos con un escenario que no invita a la retirada ya que este gesto significaría dejar a medias el trabajo que algunos se marcaron. Y puede que algunos, se tomaran esto como una victoria.

Comentarios

Caminante ha dicho que…
¿Qué hacemos allí?
¿Qué nos llevó allí?
¿Quién se beneficia de todo esto?

Acabo de llegar del Pirineo, donde estuve tres semanas y media. Bien hallado. PAQUITA
Duende Crítico ha dicho que…
La misión de las tropas internacionales es ayudar en la creación de un estado fuerte en Afgnanistán tras la derrota de los talibanes. En teoría, esta estrategia ayuda a los países que son potenciales objetivos del yihadismo como pueden ser España, EE.UU., Francia, Italia o Reino Unido. En cuanto al punto de inflexión, como todos sabemos, fue el atentado contra las Torres Gemelas; un hecho que fue considerado como acto de guerra y que fue maquinado por terroristas que recibieron, en mayor o menor medida, alguna ayuda logística o de entrenamiento en territorio afgano. ¿La salida para todo esto? Pues por ahora está en mantenerse en el país y ver cómo evoluciona la violencia.

¿Los Pirineos durante tres semanas y media? ¡Qué suerte! Espero leer algo.

Un abrazo.