EEUU vulnerable




La psicosis terrorista vuelve a EEUU. Tras el fallido atentado con coche bomba en Times Square, el pánico se apodera de los cuerpos de seguridad de dicho país. La detención 'in extremis' de un paquistaní, nacionalizado norteamericano, pone sobre la mesa varias cuestiones que engloban campos tan dispares como seguridad o política exterior.

La primera de ellas es que Estados Unidos sigue estando en el punto de mira del terrorismo yihadista. No es algo nuevo, pero el intento de atentado en suelo estadounidense muestra que EEUU es vulnerable y que no ha trabajado correctamente en materia de seguridad. Atendiendo a los hechos, se ha puesto de manifiesto que la restricción de libertades individuales no funciona y que incluso se puede erigir como un detonante de futuros ataques. EEUU debe planificar una nueva estrategia de seguridad que no debería albergar únicamente la vigilancia como garante del orden público. Se ha demostrado que la restricción de libertades puede volverse en contra. El 'Gran Hermano' ha quedado anticuado en materia de seguridad, no en materia de control.

Otro asunto que resulta interesante es ver cómo la política exterior estadounidense sigue dando excusas a distintos grupos yihadistas para seguir en su "lucha santa". Obama ha conseguido acercar posturas con ciertos gobiernos que antaño eran desechados por la administración Bush, pero eso no es suficiente porque no ha introducido grandes cambios en sus acciones en el mundo árabe. Un ejemplo de ello es la estrategia de lucha contra el terrorismo en Paquistán, país de donde procede el único detenido por los hechos de Times Square. Como muchos sabrán, Paquistán se encuentra inmersa en una guerra constante contra grupos cercanos a los talibanes. El gobierno de aquel país, que recibe ayuda estadounidense, no ha conseguido mermar a unos yihadistas que pueden estar detrás del último episodio desarrollado en territorio norteamericano.

En cuanto al 'modus operandi' de quienes intentaron atentar en Nueva York, se ha sabido que el explosivo utilizado era de fabricación casera. Esto nos puede indicar que la amenaza no viene de administraciones muy organizadas, sino de grupos que se mantienen en contacto siguiendo una estructura de 'tela de araña'. Sólo comparten fines y no se nutren de jerarquías como suele suceder en los "tradicionales" grupos terroristas; más bien encontramos diferentes nodos que actúan independientemente y que sólo se ponen en contacto para compartir información. De este modo las fuerzas de seguridad no pueden "tirar de la manta" y acabar con una estructura delictiva grande.

¿Y ahora qué queda hacer? La verdad es que es difícil contestar a esta cuestión, pero algo si nos puede quedar claro: hace falta un cambio porque el fallido atentado vuelve a ponernos en el mismo sitio que en aquel fatídico 11 de septiembre.

Comentarios

Lia ha dicho que…
Wenas!! No creo que se pueda obtener la seguridad absoluta, por muchos controles que se realicen. Duarante muchos años EEUU financió el terrorismo en otros países, ahora simplemente se ha dado la vuelta a la moneda.
Saludos!!
Butzer ha dicho que…
Yo creo que ante todo es una cuestión de educación y mucho más de propaganda. EEUU no se sabe vender bien en ciertos aspectos en el exterior.
Duende Crítico ha dicho que…
Como bien dejáis a entender, EEUU sufre un lastre significativo en su imagen exterior gracias las diferentes campañas políticas que desarrolló durante la Guerra Fría, algo que también hizo la URSS pero que en ese caso no se ha traspasado a la Federación Rusa, su heredera.

A esto hay que sumarle las "excusas" que está dando a muchos movimientos fundamentalistas a través de fallos en los procesos de "pacificación" de varios países. El uniletarismo que ha protagonizado su política exterior en los últimos 10 años hace que no se haya ganado muchos apoyos.

Así que ahora les toca trabajar en la lucha por ganar confianza y no generar desconfianza entre la población a través de medidas anti-terroristas que podrían socavar derechos fundamentales.