Venezuela y Estados Unidos van a restablecer las relaciones diplomáticas. El origen de este cambio parece estar en la presidencia de Barack Obama, una institución que ha posibilitado un cierto acercamiento hacia un Hugo Chávez que en las últimas semanas no se ha salido del tiesto. El líder bolivariano está más callado y más comedido, algo extraño y poco habitual en su carácter político. Sin lugar a dudas, en su horizonte más cercano está una reconciliación a medias con EEUU. Chávez sabe que a Obama le interesa tender una mano hacia Latinoamérica en su interés por mejorar la imagen internacional. Por su parte, el líder estadounidense es consciente de que la crisis puede hacer mucho daño a Venezuela y que esta necesita sacar al mercado norteamericano una gran parte de su producción petrolífera.
El origen de la crisis bilateral estalló el 11 de septiembre de 2008. Por aquel entonces, el presidente Chávez decidió echar del país al embajador estadounidense en Caracas como un gesto de solidaridad hacia el presidente boliviano, Evo Morales, que había denunciado injerencias de Estados Unidos en asuntos internos. Como respuesta, EEUU también expulsó al embajador venezolano en Washington. Vemos entonces que la retirada de diplomáticos se enfocó como una prueba de fuerza.
El inicio de esta "reconciliación" parece estar en el encuentro que ambos mandatarios protagonizaron en abril en el contexto de la Cumbre de las Américas. No es para menos. En aquella reunión de ámbito regional, EEUU dejó claro que quería avanzar en un nueva etapa de cooperación y entendimiento. Hillary Clinton trabajó duro para que se produjera ese acercamiento, pero esto no quiere decir que se acabe de un plumazo con todas las tensiones que se han generado entre los sectores populistas sudamericanos y Estados Unidos. Los movimientos personalistas comandados por Ortega, Chávez y Morales tienen en sus bases un claro poso "antiyanki", y eso hay que tenerlo en cuenta.
Por eso no hay que lanzar las campanas al vuelo. Aún queda mucho para que EEUU mejore las relaciones con lo que antaño algunos calificaron como "el patio trasero". También queda demasiado para que muchos países sudamericanos se despojen de sus históricos complejos y sean capaces de hablar con un país que les puede traer grandes beneficios. Todo dependerá entonces de la voluntad que demuestren todos los interlocutores. Obama ha dado un paso al frente, ahora sólo queda que otros le sigan.
Comentarios
En cuanto a lo de Chávez... Ten por seguro que estará tramando algo. Tiempo al tiempo.
Con respecto a lo de Chávez, a él le interesa tener ahora unas relaciones no de cercanía extrema pero sí algo cordiales para vender el crudo venezolano en tiempos de crisis. A Obama también le interesa esa "reconciliación" para dejar una buena imagen internacional.