Europeas en clave nacional

Hoy y mañana, 375 millones de europeos están llamados a ejercer su derecho al voto para elegir a 732 diputados de los 27 estados miembros. A pesar de la creciente importancia que está adquiriendo el órgano legislativo comunitario, el Eurobarómetro publicado sobre "Los Ciudadanos y las Elecciones Europeas 2009" afirma que 30% de los europeos votará y sólo un 14% asegura que no lo hará. El resto aún no ha decidido si acudirán a los comicios. En España, la participación será aún menor previendo que sólo un 12% irá definitivamente a votar. Por su parte, las encuestas de los principales diarios españoles optan por una participación cercana al 40%, un porcentaje menor que en anteriores ocasiones.

El cansancio político, el escepticismo, la crisis económica, el escaso valor de un voto para decidir el resultado, y hasta el desconocimiento de los candidatos, contribuyen al poco interés que despiertan las elecciones europeas. Los grandes partidos no han sabido encauzar un debate en el que se hable realmente sobre la Unión Europea. El ejemplo más claro lo tenemos en nuestro país donde PP y PSOE han centrado su campaña en el ataque indiscriminado y en el escaso interés por abordar los proyectos que proponen para la organización supranacional. Temas como

La realidad de la campaña electoral está poniendo de relieve que los comicios del 7 de junio se van a interpretar en clave nacional. No ha habido propuestas claras sobre Europa por lo que los ciudadanos que decidan depositar su voto se moverán más por motivaciones ideológicas y de castigo. Es en este segundo aspecto en el que más se han fijado los dos grandes partidos. Si por un lado el PSOE ha llamado a un voto contra la derecha al acusarle de responsable de la actual crisis económica, por el otro, los ‘populares’ han decidido hacer hincapié en la brutal tasa de desempleo que ha cosechado el ejecutivo de Rodríguez Zapatero. Y esto no sólo ha pasado en España. Otros ejemplos de castigo a los actuales gobiernos los tenemos en el Reino Unido con el escándalo del uso de fondos públicos por parte de varios ministros laboristas o en Francia donde Nicolás Sarkozy ha sufrido una bajada popularidad por los últimos datos sobre el paro.

Como consecuencia de esta estrategia electoral que se ha planteado en toda Europa, los grupos extremistas pueden ver cómo crecen sus escaños para los próximos cinco años. Es cierto que los tres grandes formaciones políticas – centro/derecha, socialistas y liberales - se repartirán más del 80% de los asientos, pero esto no descarta que partidos como el British National Party, el FPO austríaco, el Partido de la Libertad holandés y el Front National francés puedan ocupar 100 puestos junto con otras pequeñas formaciones de Europa del Este.

Un órgano con mayor poder de decisión

El poder legislativo comunitario se ha convertido en estos años en una institución más irritante para los gobiernos y la Comisión Europea. En la última legislatura, el órgano legislativo participó de manera determinante en la aprobación de más de 400 leyes. Entre las medidas más incómodas para los poderes ejecutivos encontramos la aprobación del estudio de los vuelos secretos de la CIA y Guantánamo que demostró la complicidad de muchos países miembros con el anterior gobierno de EE.UU. o el llamamiento a la regulación financiera cuando advirtió que había que controlar los fondos especulativos.