Hace unos días nos sorprendía la ministra de defensa, Carme Chacón, con el anuncio de la retirada de las tropas españolas presentes en Kosovo. Algunos han calificado este hecho como inaudito ya que no se ha avisado debidamente sobre esta operación -con sus costes, lógicamente- al resto de países miembros de la OTAN que participan en la misión de pacificación de la KFOR. Quizá lleven razón. En lo que a relaciones internacionales se refiere, las actuaciones soberanas que salpiquen a más de un país deben ser consultadas y no desarrolladas unilateralmente. Otro caso distinto es el de EEUU, la gran potencia, que no está sujeta a las posibles críticas que pueda recibir gracias a su gran potencial y capacidad de disuasión.
Apuntada la necesidad de que se consulte primero para actuar después si eres un país de peso político mediano como España, cabe debatir sobre el fondo y no sobre la forma. Detrás de esta retirada, que por otro lado han respetado el resto de países de la OTAN aunque no la compartan, se encuentra un tema espinoso y de primer orden para los intereses nacionales. Como muchos sabréis, la secesión de Kosovo se produjo de forma unilateral, sin consulta alguna a las instituciones del país al que pertenecía. Esta iniciativa se constituyó como un precedente para que otras regiones con aspiraciones independentistas se vieran legitimadas a crear estados sin preguntar siquiera a sus ciudadanos. Aquí radica el problema y la cuestión de fondo para que España no reconozca la independencia de Kosovo.
Con el reconocimiento de países como EEUU o varios miembros de la Unión Europea, Kosovo se ha ido labrando un futuro independiente que parece oscuro si vemos los altos índices de paro y exilio que se están produciendo en la otrora región serbia. En este contexto España no puede participar y ver ante sus ojos la plasmación de un proyecto que pone en peligro el mermado derecho internacional y que aumenta la incertidumbre global. No puede permitir una colaboración con unas instituciones que son ilegítimas desde el principio. Por esa razón, la retirada de los soldados españoles parece coherente y llena de sentido si observamos que la presencia de tropas españolas en Kosovo se basa en la resolución 1244 de la ONU, que "reconoce la soberanía e integridad territorial de Serbia".
No es que me esté posicionando en una clara actitud anti-independentista. Lo único que se defiende es que se deben seguir los cauces establecidos por cada Estado para que si un territorio quiere dejar de pertenecer a una determinada unidad política, lo haga de la manera más legítima posible. Las reglas del juego deberían estar abiertas a todos y deberían estar también impuestas a todos.
Y hoy vemos que todos discuten la forma de una actuación que no ha levantado tantas heridas en el seno de la OTAN. Dicen que España puede parecer poco fiable ante nuestros aliados, pero no debe ser así ya que se les puede recompensar por otro lado enviando tropas de estabilización a Afganistán, un país que ha sufrido un aumento espectacular de la violencia y del control talibán en determinadas regiones. En ocasiones, no compartir al 100% las estrategias de tus socios no debe ser un impedimento. Un ejemplo lo tenemos en Francia. El país galo fue una de las principales potencias contrarias a la actuación sobre Iraq y ello no ha significado el fin de las relaciones. Pasó sus momentos duros, pero ha logrado salir adelante.
En ocasiones más vale defender lo que es tuyo y esperar después. Reitero, las formas no fueron las idóneas. La coordinación brilló por su ausencia, pero el fondo es conveniente. Por eso se deben ir.
Comentarios
Otra cosa es el intento de la oposicion de politizar la decision del gobierno a su conveniencia, lo que ocurree es que como siempre, el PP no parece saber que existen las hemerotecas, y en ellas se ve que hace unos dias reclamaban con sus malas formas de siempre la salida de las tropas de Kosovo en el parlamento, y ahora de pronto son defensores acerrimos de el mantenimiento de esas tropas en el pais.
Creo sinceramente que los errores del gobierno, los arregla el PP con los suyos propios.
Un abrazo amigo mio
Lo dicho, para gustos los colores, toda idea política es respetable, tanto de izquierdas como de derechas, todas válidas. Pero es innegable que la organizacion del gobierno es una desastre.
Anónimo, como señalas ha sido el descontrol y la desorganización la que ha empañado esta medida. Coincido contigo en que el razonamiento de Zapatero aludiendo a Iraq es pésimo porque debería haberse centrado en lo principal de esta cuestión y es que España defiende el derecho internacional y los métodos que se aparten del unilateralismo en cuestión de secesión. En cuanto a la retirada en sí, a la acción, ya sabes que estoy de acuerdo con Chacón.
Un saludo a ambos ;)
De buen periodista xd.
Fondo: de acuerdo...pero ¿por qué ahora? ¿por qué no antes? ¿oportunismo?
Formas: sin comentarios.
También me quedé atónito ante la pasividad internacional frente a tal declaración de independencia.
Un abrazo
Las formas, como ya he señalado, no han sido las correctas aunque el fondo lo comparto totalmente. De hecho, creo que este fondo es el que debe copar la atención.
No creo que sea oportunismo declarar ahora esa retirada ya que, precisamente, se ha conseguido que toda la oposición se eche encima: unos por las formas, otros por el fondo (nacionalistas).
Un saludo Miguel.