Las balas vuelven a rondar las cabezas de los ciudadanos de Irlanda del Norte. Su zumbido no se ha extinguido y su macabro fin vuelve a tomar protagonismo. Cuando muchos creían que la paz estaba bien asentada y que esta podría tener visos de continuidad, vienen los de siempre y tiran por la borda las esperanzas de una gran mayoría. En unos pocos años, las escisiones violentas del IRA han nacido como setas en una organización cuya cúpula veía inviable seguir con la lucha armada y los métodos terroristas. Unos se autodenominan como "Ira de la Continuidad", otros como "IRA Auténtico". A pesar de las múltiples siglas, su fin no es otro que el de hacer valer la salvaje ortodoxia de lucha contra el invasor británico, véase, policías y militares en misión de paz.
Mientras tanto, el Sinn Fein y las formaciones unionistas han mostrado su rechazo. Hay indignación, pero sobre todo, cansancio. Están cansados de ver cómo siempre hay iluminados que no saben usar la palabra, de observar cómo a pesar de los avances sigue habiendo muertes.
Otra vez se lanzan al monte.
Mientras tanto, el Sinn Fein y las formaciones unionistas han mostrado su rechazo. Hay indignación, pero sobre todo, cansancio. Están cansados de ver cómo siempre hay iluminados que no saben usar la palabra, de observar cómo a pesar de los avances sigue habiendo muertes.
Otra vez se lanzan al monte.
Comentarios
Esperemos que la ira de estos malnacidos se vuelva contra ellos.
Un abrazo
Un abrazo.