Adiós pensamiento

El mundo se le cae encima. Sus piernas, ligeramente pesadas, no responden con efectividad. El cansancio se ha hecho hueco entre unas paredes llenas de cordones, suelas y pieles necesarias para hacer zapatos. Y es que el mundo del calzado es demasiado sufrido. Muchos se acuerdan de los agricultores, quizá de los pescadores, pero nunca de los zapateros. En realidad, a Manuel esto le resbala porque sólo piensa en terminar la infernal jornada laboral de 10 horas diarias. Es verdad que cobra horas extras -sería el colmo no recibir un mísero euro de más-, pero también es cierto que la mayoría de las veces lo hace obligado porque la porductividad lo exige para terminar la campaña de verano, o la de invierno.

Manuel cumple su función como un elemento más de un engranaje perfecto calculado al milímetro. A pesar de eso, la deshumanización no se hace tan presente cuando está en el curro. Fuera de las cuentas de resultados o de los balances de empresa hay otras experiencias que escapan de la racionalidad. Entre unas risas con sus compañeros y unas "idas de olla" Manu consigue pasar muchos minutos. Pero en ocasiones nota que los segundos no pasan, se congelan, como si las agujas se hubieran olvidado que tienen que dar vueltas en la esfera. Y es entonces cuando hay un gran peligro: el de soñar; soñar con un chalet adosado, un coche de alta gama o un vestido costoso para su mujer. Soñar con todo lo material, que está fuera de su mano, y no con otras cosas menos táctiles que se esconden en el campo de la conciencia. Porque pensar en otras esferas no sirve para llevar algo a la boca a sus hijos y desertificar el ejercicio de la psique.

Alguno podría pensar que dedicarle al trabajo unas 55 horas a la semana, contando los sábados por la mañana, es una animalada. Incluso podría creer, acertadamente, que eso de los derechos laborales es algo de la imaginación. Pero eso es lo que hace Manolo. El problema no radica en que se aburra de estar rodeado de adhesivos que pueden colocarle, sino en que no se plantea que otros horarios pueden ser posibles y ejercer así su derecho a la réplica como referente de su conciencia. Eso de pensar es cosa del pasado de cuando iba al centro secundario de turno que se hizo carne de cañón de trabajadores sin sentido crítico.

Pero bueno... ¡qué les voy a contar! Manolo es uno de otros tantos. Es uno de esos que ayudan a conseguir cifras redondas y que puede acabar en otros números menos agradables como son los del paro. Ahora se ha acomodado y se escuda detrás de un sindicato inmóvil que dice defender sus intereses pero que después no sabe cómo movilizar a quienes llama camaradas. A 2009 a Manuel le interesa más disfrutar de un seguro médico privado, unas llantas nuevas para su carro y un colegio decente para sus hijos. Eso de pedir mejoras laborales es otra cosa. Lo que son los tiempos modernos: ya no queda conciencia, ya no queda reivindicación. Adiós pensamiento, hola ultraliberalismo.

Comentarios

Butzer ha dicho que…
Quizá Manolo no se haya dado cuenta, pero su vecino; aquel que tanto se enorgullecía de cobrar tanto en A y el doble en B, aquel que paseaba todos los días con su BMW nuevo por el barrio está en el paro. Que en Marzo se le termina la prestación y que la hipoteca se le ha comido todos sus ahorros. Manolo seguirá contribuyendo a pagar el desempleo a este vecino y a otros muchos más; y al menos, como en el cuento de la zigarra y de la hormiga, con suerte tendrá fortuna para seguir adelante.
Naveganterojo ha dicho que…
Esta historia que has escrito habria que colgarla de todos los tablones de anuncios sindicales de las empresas españolas.
Hace una pila de años, cuando con 14 primaveras me metieron "a trabajar para ayudar en casa", el compañerismo era algo muy distinto a lo que hoy se piensa, cuando un "compañero" era "castigado"por la empresa por ser un poco "revolucionario", todos los demas trabajadores marchabamos a la huelga, y hasta que la empresa no rectificaba, no se trabajaba..
No habia "esquiroles", ni malos royos.
Ahora pues......la realidad es tu escrito.
Un abrazo amigo
Duende Crítico ha dicho que…
Hay veces que la hormiga, a pesar de que ha trabajado demasiado, ve como todo su esfuerzo va destinado a la reina. Butzer, cada vez más hormigas están en la calle pero no dicen nada. Están enajenados por unos sindicatos que no hacen nada y por unos partidos que decían defenderlos pero que viven de la subvención. Lo que han cambiado las cosas...

Navegante, no te alado nada más. Tú lo has dicho solito ;)
Anónimo ha dicho que…
Los sindicatos en los momentos más
crudos de situaciones e peligrosidad laboral siempre han escurrido e bulto para ellos salvarse

tengo amargos recuerdos no porque me pasara a mi ,que era como el cura que estaba confesando al pecador

00 horas, uno de mis últimos y conocidos clientes entra¡Buenas noches!hola Rasputín ponme un chivas con dos cúbitos
Déjeme el teléfono ,buenas noches don xxx todo arreglado y firmado
este abogado laboralista ,metió a todo el comité de empresa en un hotel a barra y caprichos gratis
Traducción firmado el convenio

El primer estatuto de los trabajadores con Don Felipe, y lo califico de esta forma por que para este presidente España era indivisible, y con la religión poco se metió
Pues a lo que iba, el primer estatuto fue el primer palo y perdida de los derechos de los trabajadores en detrimiento de los empresarios

Un saludo y estudia
Duende Crítico ha dicho que…
Es lo que decimos Rasputín. Los grandes sindicatos de España están de capa caída debido a su adormilamiento. De ahí viene que no tengan casi éxito entre los trabajadores y que no cumplan su labor.

Saludos.
Miguel ha dicho que…
Me encanta mi trabajo, pero me gustan más otras cosas.
por éso, me liberé de las guardias y nunca he querido tener una privada.

No digo que "trabajo para vivir y no vivo para trabajar", porque disfruto con mi prodesión también.
Pero en la vida hay muchas más cosas, y prefiero ganar menos y ganar tiempo.

Un abrazo
Anónimo ha dicho que…
Precisamente estamos en uno de los países con mayor fuerza sindical DEL MUNDO, no creo que haya ninguna objeción a los sindicatos, sino mas bien todo lo contrario. me explico, cualquier persona que haya estudiado (o mínimamente mirado) las funciones de los sindicatos, comprenderá que en tiempos de crisis la mejor opción de los sindicatos es la cooperación con con el gobierno, establecer travas en uno de los peores momentos económicos en décadas al gobierno, como el del despido, únicamente supondría bloquear la propia economía española, donde van a trabajar en el futuro los despedidos si la empresa la empresa ha quebrado? imagínate si los sindicatos en estos momentos montaran huelgas, la economía española se hundiría por completo, y con ello los trabajadores ahogandonos en un pozo sin salida, no habria donde trabajar mañana!!... recomiendo leer un libro de política económica, en él que explican muy bien la posición de los sindicatos antes situaciones de grave crisis. la cooperación(que mejor que la protesta sin duda) y el diálogo deben ser la solución ante problemas de inestabilidad laboral como la actual. un ejemplo son los despidos TEMPORALES en las fábricas de coches, fruto del diálogo de sindicatos con gobierno, que permitirán a los irremediables parados de hoy, que AL MENOS no lo sean en el futuro.

La teoría que te acabo de explicar no es una invención mia, es la que se aplica en TODOS los países del mundo fruto de la experiencia de décadas en estas situaciones. salir y romper el mobiliario a tu propia empresa sólo hará incurrir en mayores costes a la empresa y x consiguiente alargar aún más la vuelta del trabajador.

Por cierto, me encanta tu blog me parece un buen sitio de diálogo y aprecio tu punto de vista puesto que también en casi todos los casos es el mismo. pero esta vez creo que te has colado....
Adamantio ha dicho que…
Envíale esa historia a UGT y a CCOO. Seguro que aprenden algo jeje
Duende Crítico ha dicho que…
Miguel, esa es una buena filosofía de vida. Ya sé que puede sonar típico pero hay que escapar muchas veces del pensamiento del máximo rendimiento y disfrutar más de otras cosas.

Anónimo, en cierto modo no andamos tan distantes en las apreciaciones que hacemos. Es verdad, como bien señalas, que lo mejor en estos momentos de crisis es mantener una buena relación o una "paz social" que permita desarrollar una estabilidad laboral. El objetivo de esa estabilidad sería no adentrarse en una crisis aún peor de lo que está siendo. El caso que comento no está en este nivel de análisis. Trato el tema de los sindicatos no sólo enfocado en estos momentos económicos, sino en los últimos años en los que las asociaciones de trabajadores no se han mostrado críticas. La colaboración es buena, los acuerdos son positivos, pero lo que no se puede permitir es que encotremos a los típicos personajes que dicen defender los derechos de los obreros y después sean los primeros que abandonan el barco. Por si no lo habías cogido, me refiero a esos enlaces sindicales que trabajan menos que el resto y que cuando hay despidos se encargan de que sean ellos los últimos en irse a la calle. Por cierto, gracias por pasarte por este pequeño espacio.

Adamantio, ¿a UGT y CCOO? A la mayoría de los que están dentro no les haría ninguna gracia. A otros se les caería el alma a los pies porque siempre podemos decir que en todos los sitios hay gente capaz.

Saludos.