Uno de los países que más posibilidades tenía de entrar en la Unión Europea observa, con estupor para la plana militar, una preocupante inclinación hacia el islamismo moderado con la elección de Abdulá Gül como Presidente de la República.
Las aguas andan un poco revueltas por el solar del extinto Imperio Otomano. Hace unos días, el Partido de la Justicia y el Desarrollo consiguió meter como Jefe de Estado al antiguo ministro de exteriores, algo que no ha sido bien recibido ni por la oposición -como era lógico- ni por la clase castrense ya que su mujer viste el velo islámico en público. El ejército turco ha sido el que se ha encargado de mantener la laicidad, por encima de todas las cosas, desde el año 1923 cuando Turquía se estableció como una república moderna, secular y democrática. Desde entonces, las sucesivas generaciones que han pasado por las fuerzas armadas han sido educadas en el respeto y defensa de estos valores que no rechazan la religión de plano, sino que establecen una separación clara entre estado y fe, relegando a esta última a la lógica posición personal y comunitaria determinada.
La frialdad entre Gül y el general Yasar Büyükanit ha demostrado hoy, Día de la Victoria, que hay más que resquemores. El saludo dado no ha sido el de siempre -"Mi Presidente"- sino que la fórmula elegida ha sido "Señor Presidente". Sin lugar a dudas las relaciones no es que anden muy bien y, menos mal, que el Presidente de la República no ha llevado a su mujer. Si este hecho se hubiera producido, los altos mandos militares habrían considerado el gesto como una provocación y muchos no hubieran dudado ir a mayores para restablecer el secularismo galopante. Hasta hace nada, es decir, hasta 1982 fueron los militares quienes controlaron la situación para que después se aprobara una constitución que declara Turquía como laica, social y de derecho. Y quizá esta fórmula, la de la república con un carácter democrático, sea la mejor que puede tener Turquía en la actualidad y en el futuro.
Frente a estas posiciones defendidas a capa y espada nos encontramos con una sociedad que se encuentra en una encrucijada. Frente a los intentos de entrada en una Unión Europea plurinacional y pluricultural, una preocupante ola de islamismo radical se está haciendo su hueco. Como ha estudiado The New York Times en un vídeo que se puede ver en su página web, la labor de las mezquitas -concretamente la de los imanes más ortodoxos- está desquebrajando de manera clara e inequívoca, los intentos de mantener una Turquía moderna y acorde con los tiempos. De esta manera, el integrismo éstá tomando posiciones en los lugares más pobres y analfabetos. Al frente, nos encontramos una izquierda, integrada en su mayoría por sindicalistas, mujeres trabajadoras, jóvenes urbanos, universitarios, funcionarios y alevíes.
A pesar del ascenso del radicalismo y fundamentalismo religioso no debemos preocuparnos a día de hoy. El Partido de la Justicia y el Desarrollo es el traslado del movimiento democristiano a la realidad cultural musulmana. Esta formación no es un gran problema ya que siempre ha demostrado sentido de estado y respeto a la constitución. El problema está en que la ortdoxia está en pleno ascenso y que, para conseguir el pleno control social, algunos sectores no dudan en utilizar el terrorismo para desestabilizar el sistema. Siendo conscientes de esta situación ¿debe Turquía entrar en la Unión Europea? La pregunta queda lanzada, y su respuesta es más que complicada. Por un lado, la integración de Turquía sería un proceso de culminación y reafirmación para el país ya que este forma parte de OTAN, OSCE, OCDE, OIC, y el Consejo de Europa. Por el otro, la pertenencia casi total de su territorio al continente asiático (93%), el fenómeno de regularización masiva de los inmigrantes turcos en Europa Central, la gran población que esta dispone -con la consecuentes ayudas que habría que darles- y el surgimiento de problemas relacionados con el terrorismo global son grandes trabas.
Hoy, el saludo ha marcado una brecha entre la democracia islámica y el laicismo. Para unos ha habido unos tímidos aplausos, para otros una gran ovación en el Día de la Victoria que recuerda el final de la guerra de liberación contra los ocupantes griegos y que los soldados conmemoran durante siete días. Las “fuerzas del mal” -tal y como Büyükanit- que intentaban “corroer sistemáticamente la naturaleza laica de la República de Turquía” están en el patio de casa. No es para tanto, pero hay que andarse bien atentos.
Comentarios
¡Turquía NO! Y Polonia tampoco. Son los caballos de Troya de la UE.
Turquia no me parece un pais muy democratico y por desgracia le faltan muchos pasos que dar en el tema de los derchos humanos.
Aunque el amigo duende diga que no hay que preocuparse,el ascenso al poder de un partido religioso es un mal paso para Turquia.
Respecto a Polonia,gobierna la ultraderecha,¿no?,pues con eso todo esta dicho.
Salud y republica
El estado turco debe remodelar su constitución, es decir, debe crear un espacio en donde las libertades individuales no puedan ser vulneradas por una parte de la población. Turquía necesita un gobierno no islámico europeísta.
¿Turquía no en Europa? ¿De qué son caballo de Troya? No nunca desecharía una entrada, por eso se está estudiando para que se haga correctamente.
*A Naveganterojo. Lo mismo que a Sdan. Se debe esperar hasta que Turquía sea 100% democrátrico. La entrada de la democracia islámica (al estilo de los democristianos europeos), no tendría que ser un problema ya que, de hecho, son los que han desarrollado el proceso de europeización. Lo preocupante es que suban los sectores radicales como en Polonia.
*A Butzer. Claro que es delicado, por eso el proceso de entrada lleva muchos años desarrollándose.
*A Bibliófilo. Estoy de acuerdo contigo. Yo también creo que no debe estar el gobierno islamista, pero estos que son moderados no son tan "malos".
Un saludo a todos.
Turquía no es Europa, es Asia Occidental. El territorio turco en Europa es un 3%. De hecho la capital, Ankara, está más cerca de Damasco y Teherán que de cualquier capital europea.
El problema del Islam es que es mucho más que una religión, es también un cuerpo jurídico y una estricta manera de organización social, por eso colisiona frontalmente contra los cimientos de la Democracia.
*Cerrejero, bienvenido ;) La democracia islámica existe, lee las bases porque es parecida a lo democristiano. Eso sí, se aleja mucho del islamismo practicante.
Saludos.
Hace pocos dias leí en "La Stampa",un magnífico articulo de Giulio Costazi,experto en Oriente Medio,y explicaba que las reticencias a la entrad de Turquia en la UE,no son de índole económica,sino por "seguridad" ante lo que supondría la libre circulación de ciudadanos turcos por la UE,SI ACONTECIERA UN CAMBIO DE REGISTRO EN EL PAIS.