Hay que ser fuertes

Estado en el que quedó el coche en el que viajaban los turistas españoles en Yemen


Es lo que tienen los fanatismos, ya sean religiosos como nacionalistas, que pretenden imponerse mediante métodos totalitarios y no a través de la palabra. A día de hoy se sirven del chantaje, la extorsión, el terror y la violencia contra inocentes que no tienen nada que ver con lo que identifican como "enemigo". En esto, nuestro país tiene la desgracia de estar en el punto de mira de un grupo ultranacionalista como es ETA y de diversas organizaciones, adscritas al mare magnum de Al-Qaeda, que intentan imponer un orden anacrónico y ajeno, totalmente, a la realidad de la sociedad española.


Prueba de este odio que sufrimos por parte de quienes quieren aniquilar el derecho de los ciudadanos a expresarse libremente, nos encontramos con los recientes atentados contra un convoy de soldados españoles en el Líbano en el que murieron 6 militares, el intento de introducción de explosivos etarras desde Portugal y Francia o la triste noticia del asesinato de siete turistas en el Yemen. Si nos fijamos bien, la supuesta lucha que desarrollan estos iluminados siempre se sirve de los métodos más cobardes pillando de imprevisto a las potenciales víctimas. Aun así, reflexionemos un poco sobre los últimos acontecimientos que están sacudiendo la actualidad informativa.


Empecemos por los militares españoles asesinados en el Líbano. Pertenecientes al contingente de las Naciones Unidas, estaban destinados a intentar mantener la paz en una zona que sufrió constantes combates entre Hizbolá y el ejército israelí. De esta forma, debemos ser conscientes de que nuestros compatriotas no estaban ni están de rositas por tierras de Oriente Próximo. Señores, nuestra labor internacionalmente importante se desarrolla en un marco de tensión del que todos debemos ser conscientes. Es nuestro deber permanecer allí y, por ello, no debemos dejarnos amedrentar por unos individuos que odian la cooperación entre naciones y la ayuda al mantenimiento de la democracia.


Después nos encontramos con los intentos de llamar la atención de ETA. Los chacales del mesías Sabino Arana intentan seguir al pie de la letra los postulados excluyentes del defensor del rh-. Hace nada, la gendarmería francesa ha detenido a tres terroristas con 165 kilos de explosivos listos para ser utilizados. Gracias a la estrecha colaboración hispano-gala, estamos ganando la batalla a pesar de los constantes tiras y aflojas en la retaguardia y al rearme de la organización separatista. Causaría gracia, si no fuera por la dura situación, que son estos indeseables quienes se galardonan como defensores de los derechos de los vascos cuando, en realidad, los están intentando amordazar a base de insultos (como hoy en Lizarza), chantajes (impuesto "revolucionario") y violencia.


Por si fuera poco, esta tarde ha sido testigo de la muerte de siete turistas españoles en Yemen, un país que se caracteriza por su inestabilidad y por los constantes enfrentamientos entre una célula chií ligada a Al-Qaeda y el gobierno. Los siete fallecidos han sido el blanco fácil elegido por quienes intentan expresar el odio a un país como el nuestro: democrático, europeo, internacionalmente comprometido y libre. Ahora, más que nunca, es la hora de mostrarse fuertes mediante el Estado de Derecho para que no nos ganen la batalla. Hay que estar atentos y, en ello, nuestro gobierno tiene el deber moral de colaborar con los organismos internacionales para que los gérmenes de pobreza, en unos casos, y de incultura, en otros, que ayudan a la expansión del fanatismo desaparezcan antes de que sea inevitable.

Comentarios

El Cerrajero ha dicho que…
Resulta significativo el silencio de los titiriteros coBardems, tanto ante los de la txapela con cortinillas como los del turbante: se han retratado.

La cobardía que demuestra el (des)gobierno y su falta de reacción es extremadamente peligrosa para todos los demócratas.
Duende Crítico ha dicho que…
Lo que toca ahora Cerrajero, es hacer piña común, ser concientes de lo que tenemos entre manos y tomar medidas dentro de los límites del Estado de Derecho. Creo que queda bastante claro y que deberíamos implicarnos toda la sociedad, de forma responsable.

Saludos.