Una buena elección de entre de dos buenas opciones

Francia ha elegido a un conservador para desarrollar las reformas necesarias para hacer de una de las democracias más activas del mundo un garante de libertad y justicia social. El liderazgo propio de Sarkozy , un partido sin fisuras y un programa de cambio tranquilo han dado la victoria a la derecha en el país galo. Si además a esto le sumanos una Ségolenè Royal que no ha conseguido el apoyo del centro representado por Bayrou, nos econtramos ante un personaje que ha provocado una gran fisura en el Partido Socialista Francés. Este último, se encuentra ahora dubitando entre la socialdemocracia y un socialismo más ortodoxo para las próximas legislativas.

El pequeño Sarko se ha trabajado desde hace años la victoria. Primero se hizo con las riendas de la Unión para la Mayoría Presidencial (UMP), idea de su mentor Jacques Chirac. que reúne en sí el viejo gaullismo, dentro de unos parámetros liberales y centristas. Después, atrajo a sus filas a distintos expertos en economía, artistas e itelectuales que le han dado un carácter abierto frente a la opinión pública. Pero todo no acabó ahí, el alejamiento respecto a los errores de su antecesor, le ha permitido mostrar una imagen de cambio a pesar de pertenecer al mismo partido que Chirac. Además, otra cosa ha desarrollado casi a la perfección: ha sabido vender la moto al electorado francés. Los grandes mítines de masas enfervorecidas con su candidato, como el de inicio de campaña en París, sus discursos llenos de contenido pero comprensibles y el empate técnico frente a Royal en el debate por televisión, le han permitido mostrar una postura más moderada que la que adoptó durante los recientes levantamientos en los disturbios más desfavorecidos de Francia.

Aun así, hemos de destacar que la candidata socialista ha sido un duro rival más aún teniendo el mérito de haber intentado cambiar la orientación del Partido Socialista Francés. Su inclinación hacia una socialdemocracia al estilo europeo le ha ayudado mucho para conseguir un apoyo que su formación había perdido en las anteriores elecciones. De esta manera, Ségolenè Royal ha mostrado pertenecer a un sector mucho más moderno que ha movilizado a mucha población cansada de una enorme deuda pública

Ahora toca preguntarnos, puesto que nos concierne, la siguiente cuestión: ¿qué serán de las relaciones bilaterales entre el gobierno español y el ejecutivo francés? La respuesta es toda una odisea, aunque de algo debemos estar seguros y es que el apoyo "gabacho" contra ETA va a seguir siendo igual de fuerte que en los últimos años. Es cierto que Zapatero mostró de forma inequívoca sus cartas en los comicions galos, aun así, podemos afirmar que el trato entre ambas naciones no va a ser negativo. Eso sí, no sabemos del todo si va a ser espléndido.

Buscando unas relaciones excelentes con el nuevo Presidente de la República, José Luis Rodríguez Zapatero ha sabido ser listo en las últimas horas. Tras felicitar al gran vencedor conservador, ha acordado con este un gran nuevo acuerdo en materia antiterrorista y en el papel de ambos países para desbloquear la situación de estacamiento que sufre la Unión Europea. Puede parecer extraño tras los gestos que tuvo nuestro presindete, pero hemos de recordar que Sarkozy tiene una cierta admiración por el socialista español, llegando incluso a reunirse con él antes de un mitin a los franceses residentes en nuestro país.

PD. He estado esta noche con José Blanco, mañana les cuento algo ;)