Los pequeños gestos no son visibles en los grandes medios de comunicación, eso lo sabemos todos, pero hay veces que estos deberían tomar un papel importante en nuestra vida social. En estos tiempos en los que sólo se habla de ilegalizaciones, de manifestaciones y de elecciones, algo que les encanta a los políticos para soltar barbaridades y promesas que no cumplen, hay pequeñas acciones que pueden ser moralmente superiores. En muchas ocasiones, el pez pequeño es el que se muestra más fuerte en su particular resistencia de supervivencia. Esto es lo que le ocurre con el pueblo saharaui, una comunidad que siempre ha estado en pie de reivindicación frente a Marruecos para que esta reconozca lo que dictamina la ONU sobre los territorios no autónomos: el derecho a la autodeterminación dentro de una consulta limpia.
Son 32 años de resistencia y lucha para conservar unas tradiciones, una cultura y una sociedad que se vio desamparada cuando la "Marcha Verde" decidió ocupar sus tierras. La imposición cultural y nacional se ha ido fraguando poco a poco en estas tres décadas pero, aun así, son muchos los que aguantan las cornadas de una monarquía retrógrada. Son otros tantos los que defienden su derecho a la nacionalidad saharaui, un pequeño gesto que nosotros podemos compartir próximamente en mi querida Facultad de Ciencias de la Información de la UCM. La verdad es que con esto me siento orgulloso del tejido socio-cultural que se desarrolla, siempre con pequeños gestos, en mi centro de estudios.
"Por la justicia y la memoria histórica yo solicito la nacionalidad saharaui". Esa es la idea del acto que tendrá lugar el próximo jueves día 17 de mayo. De esta manera, con un pequeño acto simbólico que no tiene repercusión jurídica, se mostrará dentro de nada el apoyo a un pueblo perseguido y abandonado a su suerte. Viene a ser "una manera de hacer pública nuestra solidaridad con el pueblo saharaui y mostrar nuestra repulsa a la violación de los derechos humanos que se está produciendo en la zona ocupada" ha aclarado uno de los organizadores. Así también, hemos de destacar que algunos nombres del mundo de la cultura ya se han interesado por unirse a la solicitud, según ha informado "El Mundo". De momento, están recogiendo firmas en la dirección de e-mail voluntadydeterminacion@gmail.com.
Son muchos años, quizá demasiados, durante los cuales la sociedad internacional ha pasado olímpicamente de la situación de esta comunidad, incluso España ha virado su política frente a esta situación. Un ejemplo semejante de ocupación como este nos lo encontramos también en el Tibet, lugar donde la China imperialista sigue manteniendo el yugo sobre un pueblo pacífico que ahora sólo pide la autonomía, cuando le corresponde pronunciarse sobre su estatus geopolítico. Desgraciadamente, nadie hace nada frente a unos países dictatoriales que son considerados amigos estratégicos en lo económico y en lo militar; uno es el aliado perfecto para luchar contra el terrorismo yihadista, el otro merece ser atendido por su condición de gigante productivo.
En muchas ocasiones se recrimina a los jóvenes que no hacen nada por cambiar las injusticias de su alrededor. Resulta que somos la generación acomodada, en cierto grado es verdad, que no se involucra en nada. Este pequeño gesto, muestra todo lo contrario: hay gente que siente la llamada de la solidaridad con aquellos que no disfrutan de los derechos esenciales. Por eso, te animo a que te pases por mi facultad para mostrar que no están solos en su lucha por el derecho a decidir qué es lo que quieren decir. Yo, sin lugar a dudas, estaré allí para mostrar que hoy, más que nunca, soy saharaui.
Comentarios
Saludos.
Saludos
Al menos esta vez creo que no fueron detenidos y retenidos en comisaría, como en Canarias.