¿Es el 11-M un atentado de la organización Al-Qaeda?

A partir de ahora, les reproduciré una serie de fragmentos que tuve que escribir para Alfonso Merlos, profesor de Relaciones Internacionales en la UCM y presentador de "La Mañana" del fin de semana de la COPE, que tratan este tema sobre la autoría de los fatídicos atentados del 11-M. Sé que muchos no van a opinar lo mismo, por eso deseo que todos podamos participar con respeto. Saludos.

1. España como objetivo de Al Qaeda y del yihadismo en general

Al Qaeda constituye probablemente hoy el grupo terrorista más conocido de todo el planeta. Su participación en el 11-S contra el Pentágono y el World Trade Center (WTC) de la mano de 19 militantes dirigidos por el egipcio Mohammed Atta, le catapultaron a la popularidad que durante muchos años intentaba conseguir con atentados en el mundo islámico. De hecho, Al Qaida había participado en los atentados de embajadas estadounidenses en Nairobi, Kenia, y Dar es Salaam, Tanzania en 1998, en los que murieron al menos 301 personas y resultaron heridas más de cinco mil. En el año 2000 realizó el ataque suicida con bomba contra el buque de guerra estadounidense USS Cole en las costas de Yemen, dejando 17 marines muertos.

Si a esto le sumamos el creciente apoyo que tenía en los sectores radicales del yihadismo mundial y el apoyo logístico y económico del antiguo régimen talibán en Afganistán, disponemos de los ingredientes perfectos para representar la lucha contra el sionismo, el poder mundial de EEUU y por la “reconstrucción” de un macrocalifato, regido por la Sharia, desde Filipinas hasta Al-Ándalus.

España, más aun con las últimas amenazas de la organización, se ha convertido en blanco directo de la yihad. Por encima de las actuaciones políticas y militares de uno u otro gobierno, Al Qaeda ve en nuestro país una auténtica amenaza a sus intereses político-religiosos por varias razones:

• La presencia de un sistema democrático de libertades que separa Iglesia-estado.


• Integración en organizaciones “ateas” y “demoníacas” como la UE o la OTAN que servirían de apoyo a EEUU para “someter a los musulmanes”.


• Relación de cooperación política, militar, económica y cultural con Estados Unidos e Israel.


• Usurpación de Al-Ándalus, un símbolo que evoca la gran etapa del dominio del Islam, y la puerta de entrada al resto de Europa. De ahí que vean la necesidad de “reislamizar” España.

Aparte de todos estos factores que ponen en peligro a España como objetivo del maremagnum representado por Osama Bin Laden y su organización, la posición estratégica de nuestro país acrecienta ese riesgo de sufrir atentados de carácter yihadista. Nuestra frontera en el sur con Marruecos representa una de las divisiones más claras entre norte y sur entre el mundo desarrollado y el subdesarrollado. Este hecho, junto con la diferenciación de libertades en ambos lados, hace que se creen bolsas de marginación y desarraigo que potencian la propagación del yihadismo.

“La Unión Europea se ha abstenido de una política de intervención directa y crítica a favor de una mayor democratización del mundo árabe, manteniendo una estrategia de apoyar indirectamente y de manera poco consistente las dinámicas de reforma, lo que ha redundado en un debilitamiento de la situación de seguridad en la región”[1]. Quizá este hecho, junto con la construcción de grandes barreras que incitan a sobrepasarlas, sean algunos elementos que ayudan a la propagación de las ideas yihadistas en una región donde la pobreza y la falta de libertades democráticas están a la orden del día.

Si a esto le sumamos el ascenso de las redes magrebíes en el movimiento yihadista globalizado, la península ibérica y, más concretamente, nuestro país se encuentra en una situación de peligro mucho más alta que Francia o Alemania y algo menos que Israel, por representar el estado sionista por excepción, y EEUU.

Conviene tener en cuenta algo muy bien señalado por Alfonso Merlos: “España tiene varios motivos para pensar que sigue en la parte alta de la lista del movimiento yihadista global. En primer lugar, ha demostrado que es vulnerable a este tipo de violencia, algo que en Europa sólo comparte con el Reino Unido, por lo que es previsible que los islamistas sigan concentrándose en explotar aquí nuevos agujeros de seguridad añadidos a los ya descubiertos. En segundo lugar, la potente ofensiva policial y judicial que se ha desatado contra las redes salafistas asentadas en nuestro país puede provocar el deseo de revancha […] En tercer lugar, el hecho de que haya sido en España donde se ha perpetrado el primer atentado islamista de letalidad desproporcionada en la historia de Europa y se ha consumado la primera acción suicida, puede generar un efecto de emulación, de fascinación y de contagio entre quienes están dispuestos a repetir la actuación que un complejo conglomerado de células marroquíes, argelinas y sirias desarrollaron en marzo de 2004 con mucho éxito en relación a sus metas”. [2]

El fenómeno de la lucha religiosa islámica es tan complicado de comprender en cuanto a su organización que es muy difícil de afirmar rotundamente si la antigua Al-Ándalus está en el punto de mira de la organización Al Qaida o de las grupos magrebíes que podrían operar en la zona con mucha más facilidad, pudiendo tener incluso comandos mucho más móviles que volvieran a su país de origen de forma más segura y sencilla. Este último dato puede ayudarnos a comprender quiénes fueron los verdaderos actores de los atentados de Madrid que causaron 192 víctimas.

[1] Merlos Alfonso, Al Qaeda: Raíces y metas del terrorismo global, Madrid, Biblioteca Nueva, 2006, pág 199
[2] Merlos, Alfonso ‹‹11-M: la amenaza de una investigación fallida››, “Belt Ibérica”. Disponible en World Wide Web [en línea]: http://www.belt.es/expertos/home2_experto.asp?id=3031 [ref. de 11 de marzo de 2007]