En la mañana de hoy nos encontramos un dato para la esperanza. Resulta que el Gobierno de Luiz Inácio Lula da Silva ha anunciado que destinará 340.000 millones de euros a cambiar la cara de las principales y más emblemáticas favelas de Rio de Janeiro. Son más de un millón de personas quienes viven en este tipo de "viviendas" hacinadas en medio de la suciedad y sin las instalaciones básicas de electricidad y agua. Si a esto le sumamos la presencia de bandas de narcotraficantes, la situación se hace insostenible en una zona desde la cual puede verse, paradójicamente, los centros económicos del imperio sudamericano.
Este tipo de promesas de ayudas a las favelas, en las que debemos recordar que también se encuentran familias de clase media por el alto precio de los pisos en la ciudad, siempre ha sido una constante en todos los gobiernos que han pasado por Brasil. A pesar de esto, ahora hay una novedad y es que esta promesa se encuentra inmersa en medio de un plan urbanístico. De esta forma Lula ha escogido las simbólicas favelas de Río para iniciar un ambicioso plan urbanístico que se extenderá a todo el país, donde faltan ocho millones de viviendas. Esta carencia es lo que hace que las favelas se multipliquen en el territorio nacional.
Dentro de este plan de saneamiento y de potenciación de la vivienda, se prevé el asfaltamiento de todos los caminos de tierra que se embarran con la lluvia y almacenar convenientemente el agua de la lluvia para los sanitari. Junto a esto, se contruirá en cada barrio una comisaría de policía, un puesto de atención sanitaria pública y un centro cultural. Sin duda alguna, nos encotramos con una medida difícil de desarrollar de ahí su presupuesto, los ya citados 340.000 millones de euros.
El Presidente de la República de Brasil ha elegido las tres grandes favelas cariocas para esta macroinversión: Rocinha, la más conocida por los turistas, Complexo do Alemão, la más violenta y Manguinhos, en el centro de la ciudad. Hemos de señalar que no sólo se verán beneficiadosestos asentamientos de las medidas ya que este proyecto es de nivel nacional. No todo es positivo y es que el gran escollo que va a tener que superar el gobierno de Lula es el control que ejercen determinadas bandas. A partir de ahora, aunque nos suene extraño en España, los delegados gubernamentales van a tener que negociar al mismo nivel con las comunidades residentes, únicos interlocutores válidos en esas zonas.
Brasil parece que va caminando firmemente por la esperanza. Hacía años que Brasil no disponía de un presidente comprometido con los ciudadanos. No todo es perfecto y queda mucho por hacer, pero este es el camino: buena voluntad y sentido común al mismo nivel. Esperemos que la antigua colonia protuguesa consiga en los próximos años reducir la fuerza de su enemigo más fuerte, la pobreza.
Comentarios
Un impulso económico y social --como dice Bernat-- tiene que acompañarse por un impulso empresarial y formativo.
P.D. # Duende, no se por qué, pero si hay que darte ánimos por algo, yo soy el primero ^_^
Gracias por tus siempre lúcidos análisis, Duende. Un abrazo afectuoso.
Este plan es verdad que debe ir acompañado por un impulso económico-empresarial, social y educativo sobre todo. EL que se incluyan centros de educación en cada barrio es una de las medidas que más me han gustado. Sólo potenciando desde el principio la educación primaria se podrán conseguir logros en un país infectado por la pobreza. A ver qué tal se desarrolla este proyecto. Las cifras finales no serán las aquí indicadas, es muy difícil en un país como Brasil, pero si sólo se acercan será una gran noticia.
Saludos a todos