Cuando uno se reúne con un mandatario o jefe de estado de otro país, las buenas intenciones deben prevalecer, es cierto, pero tampoco se debe ceder en temas en los que una nación siempre ha estado firme. Más allá de acuerdos en inmigración o ayudas económicas y financieras varias, que están muy bien, España debía hoy, en pleno corazón de Marruecos, mostrarse contundente con respecto a la problemática del Sáhara Occidental. El territorio no autónomo, declarado así por la ONU, sigue hoy totalmente sumiso a un reino que le es ajeno y que llena su tierra de colonos para legitimizar la ocupación.
Dicho esto y antes de seguir, hemos de señalar la posición del gobierno español. Rodríguez Zapatero animó a que el plan de autonomía presentado por Marruecos para la ex colonia española sirva de "cauce" para "retomar el diálogo" en el marco de Naciones Unidas, con el fin de buscar un acuerdo "definitivo" que respete "los principios" de la organización internacional. Habló también de respetar la "legalidad internacional" aunque más bien, con estas declaraciones se ha quedado a medio camino.
Ya señalé en un artículo anterior la imposibilidad de desarrollar una autonomía si lo comparamos con el caso español:
"El modelo federal de autonomías que disfrutamos (en España) es bueno para un Estado que lleva una trayectoria conjunta larga y que ha compartido una historia reconociendo las singularidades, salvo cuando mandaban los de la camisa azul o sus predecesores Borbones. Este destino común y deseo de unión no ocurre en la relación de Marruecos con el Sáhara."
El Sáhara nunca ha pertenecido a la cultura marroquí, nunca ha compartido historia y tampoco ha pertenecido a un conglomerado político-social con el reino de Mohamed VI. La actual ocupación del territorio saharaui es una muestra más de neocolonización que se desarrolló de manera muy sutil mediante el gran teatro de la Marcha Verde, una gran estrategia en la que Hassán II movilizó a sus súbditos en un contexto en el que las tropas españolas tenían órdenes de salir del territorio.
Atrás han quedado los Acuerdos de Madrid firmados en 1975 en los que entre otras cosas Mauritania, Marruecos y España se comprometían a:
Descolonizar el Sáhara como deseaba la ONU por parte de España.
Instituir una administración provisional en el territorio con colaboración de Marruecos y Mauritania en colaboración con la Yemaa.
Respetar la opinión de los saharauis representada en la Yemaa.
¿Cuánto de lo aquí expuesto se ha cumplido? Por desgracia sólo la descolonización española para pasar a la marroquí. Los deseos de autodeterminación están siendo aplastados gradualmente y, cuanto más tiempo pase, las cosas irán a peor. A nadie le importa la declaración de territorio no autónomo, con el que tiene derecho a la decisión popular de sus ciudadanos, por parte de las Naciones Unidas. Parece que sólo nos interesa adular a los que siempre nos han despreciado cuando, en realidad, deberíamos mostranos cordiales pero atentos. Rodríguez Zapatero se debía haber mostrado hoy más fuerte que nunca en la defensa del Sáhara Occidental. Es hora de acabar con los campos de refugiados, que siembran el territorio occidental, y es el momento de dar voz a los parias aunque a otros les pese.
Comentarios
Saludos
Típico de este zombi sin rumbo y en su línea de traidor, en esta ocasión contra el pueblo saharáui.
Yo pertenezco a una asociacion de amigos del pueblo saharahui,por lo que sobran los comentarios.
# Navegantecojo, si eres 'amigo' del pueblo saharaui como Rodríguez el Supertraidor, efectivamente sobran los comentarios.
Por cierto, tu eres peor que un troll, eres un sectario analfabeto.
Saludos
Saludos