Portada de la revista:"Mahoma desbordado por los integristas", en el bocadillo: "Es duro ser amado por idiotas..." Muchas veces, en esta vida tan perra que da muchas alegrías, nos encontramos con grupos de radicales que no admiten críticas a sus ideas o a su religión.
Su fanatismo les cierra los ojos a la libertad de expresión y les abre el corazón para la venganza y la barbarie. Un ejemplo muy claro lo encontramos en Francia donde una publicación, llamada "Charlie Hebdo", ha sido denunciada por la Unión de Organizaciones Islámicas de Francia (UOIF) y por la Gran Mezquita de París.
El delito: hacer una crítica satírica de los sectores más radicales del Islam mediante una recopilación de las tan conocidas viñetas de Dinamarca.De esta manera, nos encontramos ante una situación sin precedentes. Es cierto que la libertad de expresión debe ejercerse con responsabilidad pero, en muchas ocasiones, algunos sectores pueden ser atacados porque nadie dispone de impunidad. También es verdad que no se puede discriminar a nadie por razones de sexo, religión o ideas, pero ¿no se puede hacer una crítica? Por lo que parece, según los denunciantes, no se debe ironizar sobre los integristas musulmanes y, por ello, intentan acallar a quienes no piensen como ellos. Parece ser que no se han dado cuenta de que viven en un país donde las libertades son defendidas y, por tanto, ejercibles. Algo, por cierto, que ya querrían otros.
Como cabía esperar, un numeroso público se agolpó en la entrada de la sala judicial entre los que se encontraban periodistas de medios árabes y daneses. La presencia policial, por tanto, estuvo acorde con las circunstancias para evitar males mayores. No es de extrañar que esta querella, la primera en Francia de esta naturaleza, sea ahora centro de atención de todos los europeos. Incluso, "Reporteros sin fronteras" ha llenado los diarios con páginas de publicidad . "Con 'Charlie Hebdo', nos negamos a callarnos". "No esperemos a que nos quiten la información para defenderla", dice el anuncio, que muestra a un hombre que intenta gritar mientras una mano pretende taparle la boca.
Está muy bien eso del respeto, algo que deberíamos ejercer en más ocasiones, sea dicho también. Aun así, una cosa es respeto y otra es que no puedas expresarte porque a lo mejor ofendes a una comunidad que no debería sentirse aludida cuando las viñetas atacan a los integristas y terroristas. No sé a qué viene esta demanda, la verdad, pero estamos llegando a unos extremos en los que el "buenismo" va a conseguir imponer una censura que creíamos ya superada. Hoy estoy con "Charlie Hebdo", con la libertad de expresión y con nuestros sistemas de libertades.
Comentarios
Cuanta hipocresía hay en algunos movimientos. ¡Libertad de expresión!