"Que el canalla -en alusión al etarra De Juana Chaos- no muera en el hospital y se convierta en un héroe, porque sería el mejor favor que le podríamos hacer después de su repugnante y asquerosa vida". Así se dirigó Juan Carlos Rodríguez Ibarra al ministro de Interior en un acto de presentación de listas municipales en Plasencia. De vez en cuando viene bien que alguien se exprese claramente, sea del modo que sea, para que todos seamos conscientes de lo que tenemos entre manos. En esta ocasión ha sido uno de los barones del PSOE, algo que viene de perlas para dejar claro, más bien clarito, que De Juana no es un santo y, como tal, no hay que permitirle que se convierta en un héroe para los "patriotas vascos".
En estas semanas en las que el Tribunal Supremo ha dictado sentencia y la AVT ha expresado su deseo de un cumplimiento íntegro de la pena, muchos se han dedicado a apoyar, mediante correos electrónicos, la posibilidad de que no se alimente forzosamente a De Juana. Estos, aludiendo a las víctimas, han dicho que "se deje morir a este canalla" cuando en realidad tendrían que estar apoyando lo contrario. El Estado de Derecho no debe ceder a los chantajes y qué mejor manera de no dar un paso atrás que impidiendo que se cumpla el objetivo del propio etarra.
Iñaki De Juana Chaos ha utilizado durante más de 100 días la excusa de que se le está "reteniendo ilegalmente" para iniciar una huelga de hambre que busca su puesta en libertad. A partir de ese momento hay dos posibilidades: una que es dejarle que se muera poco a poco y otra que es alimentarlo para que sus miras no se cumplan. A cada una de estas posibilidades hay unas consecuencias que deberíamos tener muy en cuenta. Si dejáramos morirse a este asesino, el mundo "abertzale" fabricaría un mito, un héroe en el que sustentarse durante mucho tiempo para "seguir la lucha" contra el "opresor" Estado Español. Les dejaríamos en bandeja de plata la excusa perfecta para seguir atormentando a todos los españoles. Esa es su forma de pensar y, como borregos, nunca saldrán de esos parámetros. Por otro lado, la alimentación forzosa, sea por el medio que sea, podría mantener al etarra con vida y, de esta forma, no ayudaríamos a fabricar ese mito que tanto desean tener los pequeños cachorros de Sabino Arana.
Viendo esto, suscribo totalmente con Rodríguez Ibarra cuando le dijo a Rubalcaba que "si tuviera que tomar una decisión para que este tipo no se muera, no sé lo que haría, pero a ti te digo, como ministro del Interior que eres y con la repugnancia que siento hacia este tipo de personas, que no se muera este cabrón". El presidente extremeño es muy claro en muchos temas relacionados con el nacionalismo y con el mundo de ETA y es una de esas personas que tienen una visión de España cercana a los ciudadanos que se sienten identificados con su país tan rico en culturas y formas de ver la vida. Podremos criticarle por otras cosas, nadie es un dios, pero en esta ocasión debo darle un diez porque seguro que habrá abierto la mente de algunos negados.
Esperemos el día en el que De Juana no tome el pelo al Estado de Derecho, ya sea forzando su inmediata puesta en libertad o intentando conseguir "legitimar" el movimiento de asesinos a sueldo. No deberíamos querer la muerte del canalla para que no trascienda nunca más. Estamos ganando la batalla al chantaje, no nos dejemos llevar por la "solución" rápida. Y, si es necesario, "introduzcámosle un tubo por el culo para meterle puré a la fuerza" como dice mi amigo Mario.
Comentarios
A veces hay políticos a los cuales había que ponerlos en un altar, cuando hacen uso del sentido común y anteponen las necesidades del partido a las de los ciudadanos o el Estado, y ojo, es muy cómodo hacer populismo y ganar votos pero vivimos en un Estado de Derecho y en él tienen cabida hasta los ASESINOS más repugnantes.
En fín en algo creo que estás desacertado pues resulta que es imposible que compañeros de partido de Ibarra estén riendo las tomaduras de pelo que intenta desarrollar De Juana. Es ilógico simplemente ;)
Saludos.
Rodríguez el Traidor debería estar en prisión por colaborador de ETA.