Homenaje a un "marxista"

El alcalde de Arrigorriaga, Alberto Ruiz de Azua.

Al leerlo se me ha quedado la sangre más helada que las nieves de este temporal afincado en toda la geografía española. Mientras releo la noticia intento digerir lo que esta conlleva que no es más que elogios a un asesino por la "causa nacional". No hablamos de una conmemoración a algún asesino del mal llamado "bando nacional" de la Guerra Civil o de un homenaje al genocida de Stalin, sino que se trata de una conmemoración en honor a José Miguel Beñaran Ordeñana, alias "Argala", un histórico dirigente de la banda terrorista ETA que murió al explotarle un coche bomba en 1978.

En esta mañana de frío generalizado, siento que la sangre me hierve gradualmente. Es una paradoja, lo sé, pero la decisión del pleno del Ayuntamiento de Arrigorriaga (Vizcaya) de rendir un homenaje conjunto al anterior canalla con dos víctimas de la banda nacional-socialista resulta, cuanto menos, despreciable. Aquellos que siguen al pie de la letra los postulados del racista, machista y xenófobo Sabino Arana, ya saben, esos del PNV defensores del rh - del pueblo vasco, son los que se han dedicado a sacar adelante esta iniciativa vejatoria, antidemocrática y, por tanto, condenable.

Pues bien, la aprobación de este "homenaje" ha contado también con el previsible apoyo de EA, aquellos gallitos que se escindieron del PNV pero que no pueden escapar de su tutela, y con el de Esker Batua, la sección federal de IU en las tierras vascas. Parece mentira que una formación que se denomina como "internacionalista" y "comunista" haya decidido apoyar un acto en honor a un "patriota" de lo más rancio, anacrónico y maléfico. Aunque es otro asunto, es hora de que IU tome cuentas en el asunto y eche al señor Madrazo de la secretaria de EB que ha sido quien ha llevado a esta formación al paragüas de los sectores más derechistas afincados en España.

Por su parte, tanto el PSE como el PP han votado en contra en ese pleno del que hablamos. Ambos partidos han mostrado su repulsa ante tal vejación a las víctimas de ETA que compartirán el acto. Una de ellas es el taxista, Fermín Monasterio Pérez, asesinado en 1969 y la otra es el policía nacional Manuel Fuentes Pedreira, muerto en 1986. Nos encontramos así, no sólo ante una afrenta a estas víctimas, sino ante un ataque a las instituciones democráticas nacidas de 1978 al dar cobijo espiritual a una persona que se dedicó a acabar con el "enemigo español".

El delegado del Gobierno en el País Vasco estudia la posibilidad de emprender acciones judiciales contra el acuerdo del Ayuntamiento. Esperemos que así lo haga para poder lavar la memoria de las víctimas del terrorismo ultranacionalista, un terrorismo que lleva demasiado tiempo matando y que está destinado a su desaparición y destrucción.

Comentarios

El Lobo Estepario ha dicho que…
A veces me pregunto si es el miedo tan poderoso para que estos ediles peneuvistas y el resto que voto con ellos para homenajear a un asesino, sean capaces de bajarse los pantalones de un modo tan patético, de no ser por ello, no entiendo como personas defensoras de la vida y de los derechos humanos, ¿creo? pueden votar a favor de un acto de este tipo a un fascista asesino.
Como siempre para acabar con toda esta "chusma" el pueblo ha de tomar nota y no volver a votar a aquellos que apoyen actos de este tipo.
Para ser autocrítico, nosotros los salmantinos deberíamos también pensar que desde el ayuntamiento de Salamanca, el equipo de gobierno se niega a retirar al dictador y asesino de Franco el titulo de Alcalde de Honor de esta ciudad..... pensemos en los actos y no tanto en las promesas.
Duende Crítico ha dicho que…
Estos peneuvistas son los que se vanaglorian de buscar soluciones al "conflicto vasco". Estas son sus propuestas como podemos ver.

Por cierto, no entiendo la actitud del ayuntamiento de Salamanca de no retirar el título de Alcalde de Honor a un dictador. Dicen que no es para abrir viejas heridas... Incomprensible.
Unknown ha dicho que…
PARTIDO DE GOBIERNO HOMENAJEA A STROESSNER EN PARAGUAY
(X Luis Agüero Wagner, publicado en La Naciòn de Asunción, el 23 de Septiembre de 2006)

Una anómala demostración de coherencia realizó la dirigencia colorada en la última semana rindiendo un diferido homenaje a quien en vida fuera su presidente honorario y a quien por ocho veces elevaran como candidato a la presidencia de la República, el general Alfredo Stroessner. Una derrota en votaciones del Congreso que el único líder jamás hubiera permitido, era al parecer el detonante que faltaba para tomar coraje y consumar este abierto desafío a ciertos dictadorzuelos de la prensa, que viven jactándose de su lucha selectiva contra ciertas etapas de la dictadura que les munió de recursos para inaugurar sus medios de comunicación.
Hablo de coherencia porque la abrumadora mayoría de los colorados, si no la totalidad, considera a Stroessner el mejor gobernante de la historia del Paraguay. Los más recalcitrantes contestatarios del Mopoco, por ejemplo, no vacilaron en cerrar filas en torno el número 2 del régimen estronista, abandonando en pocas semanas el Acuerdo Nacional cuando se les invitó a participar de la repartija de la torta, sin renegar jamás del 13 de enero, del reatado hilo de la historia, de la democracia sin comunismo, de la Unidad Granítica ni de los beneficios que prometía a cambio de la lealtad incondicional el más importante narcotraficante de la historia del país.

Como si Stroessner fuera apenas uno de los diez avatares del Dios hinduísta Visnu, encarnado para luchar contra el mal, los estronistas a su vez pasaron a ser sucesivamente rodriguistas, argañistas, wasmosistas, oviedistas, cubistas, gonzalezmacchistas para ahora, como buenos adoradores de la deidad de turno, transmutarse en rabiosos tendotistas. Es que deben seguir "haciendo méritos", como dicen ellos en su candidez.

Demás está decir que jamás renunciaron, a la hora de hacer negocios -con o sin Stroessner- a los parámetros establecidos durante la hegemonía de la dictadura. Vale decir, con el dinero público como principal fuente de poder y enriquecimiento personal y con los créditos externos como principal fuente de dinero público. Como no homenajear a Stroessner, si jamás han renunciado a la creencia de que la adscripción ciega a las políticas imperialistas sacará al país de su marasmo, a pesar de que esta obsecuencia determinó y sigue incentivando atroces violaciones de los derechos humanos, persecución ideológica y proscripción política, sin que la población hoy conozca de los presuntos beneficios tras 66 años de obediente alineamiento a Washington.

La ANR también se sigue riendo de su propio ideario liberal, producto del discípulo mitrista José Segundo Decoud, precursor ideológico que comparten colorados con el Partido Liberal. Se sigue riendo de la Constitución Nacional, entelequia esotérica que los prohombres del coloradismo históricamente han utilizado como felpudo, de Bernardino Caballero a Nicanor.

Siguen acusando de traición a la patria a quienes por profilaxis alejan créditos de sus bolsillos, olvidando a los 23 miembros de la Legión que firmaron su acta fundacional por orden de su jefe Bernardino Caballero, por entonces ungido de autoridad policiaca sobre los mismos por las fuerzas brasileñas de ocupación.

Por debajo de la mesa y a veces también por encima, se siguen dando de la mano ministros y altos funcionarios de empresas estatales con el empresariado corrupto y el crimen organizado. Todavía está fresco en nuestra memoria el recuerdo de cómo la llamada de un diputado al presidente abortó un operativo antidrogas en el noreste del país.

Al igual que durante el régimen de Stroessner, se sigue apelando a rentar opositores para legitimar los designios autocráticos desde el Congreso. Ahí están frescos los recuerdos de la "brillante actuación" de Laíno y Filizzola durante el periodo Legislativo 2005-2006. El vasto sistema prebendario en torno a las reparticiones públicas no ha parado de crecer, aunque algo deba hoy compartirse en la Justicia Electoral y otro tanto con la prensa clientelista, exigencias de un Paraguay moderno y democrático.

Al igual que en los gloriosos tiempos de la dictadura anticomunista, el embajador norteamericano despotrica contra las revoluciones marxistas-leninistas con amplio respaldo de la supuesta prensa antiestronista, más vocinglera anticomunista y maccartista que el mismo Stroessner. Igual hoy que hace medio siglo, vaticinan el inminente fin del régimen castrista mientras convocan a Paraguay como infalibles panelistas a periodistas a sueldo de la ultraderecha estadounidense, envueltos en escándalos de corrupción como Carlos Alberto Montaner. Y mientras la junta de gobierno homenajea con añoranza a Stroessner, el culto al máximo caudillo colorado retoma en el presente sus niveles más enfermizos y se sueña en la reelección indefinida con que Lyndon Johnson agració a Stroessner, por más tiempo que haya pasado desde que dejaron de sonar los Beatles y concluyó la guerra de Vietnam.

Incontestable muestra de coherencia de la ANR con su línea histórica, aunque vaya acompañada de los melancólicos lagrimones de nostalgia que acompañan a la derrota en una votación.