Hace 35 años nacía un sueño en el Sáhara Occidental; un sueño que más que una ilusión parecía una realidad cercana porque era algo factible y porque el Tribunal de Justicia de La Haya había reconocido el derecho de autodeterminación de los ciudadanos de ese territorio. Pero el pasotismo de la esfera internacional ha hecho mella y lo que era un derecho para la consecución de un sueño, ha quedado en una utopía. Parecía que quienes estaban colonizados bajo el mandato del gobierno español iban a convertirse en mayores de edad.
Fue también hace 35 años cuando Marruecos decidió ocupar el territorio a través de una Marcha Verde orquestada por la dinastía alauí. Desde entonces, la colonización se ha acelerado a marchas forzadas a través del asentamiento de ciudadanos marroquíes. La razón de esta maniobra era cubrirse las espaldas ante un posible referéndum de autodeterminación mediante la introducción de un elemento que puede distorsionar no sólo los resultados de la consulta, sino también el censo electoral, porque cabría la duda de saber qué listas han de emplearse: las actuales o las de 1975. En esta dinámica, el tiempo ayuda en el desarrollo de la estrategia y, por tanto, Marruecos ha colado un gol a la comunidad internacional
Hace unas semanas un grupo de personas levantaba un campamento para exigir que los beneficios en la explotación de recursos naturales del Sáhara Occidental repercuta en mejoras sociales. Lo que eran unas reivindicaciones sociales pasaron a convertirse en reclamos políticos, en gran medida porque las autoridades de Marruecos así lo han querido y lo han demostrado cuando han ejercido la brutalidad policial y militar contra los activistas que se encontraban en aquel campamento. El desalojo producido ayer es la guinda del pastel de una actuación que denota, una vez más, el escaso carácter democrático del régimen marroquí. No sólo hubo quema de jaimas, sino también quema de sueños. Y, mientras tanto, los partidos políticos marroquíes se jactan de lo que definen como un desmantelamiento pacífico. Tampoco se podía esperar mucho más de unas formaciones que se encuentran muy cómodas bajo el paraguas de Mohammed VI.
Conflicto internacional, no interno
Pero hay que tener en cuenta que este desalojo no es casual. En el día de hoy, hay convocadas reuniones entre Marruecos y el Frente Polisario, uno de los representantes políticos de los saharauis y lo que Marruecos ha querido conseguir con el desmantelamiento radicalizar al otro bando. Así conseguiría renovar la confianza que depositan EEUU y Francia en el estado magrebí ya que Marruecos se presentaría como el régimen moderado de la zona. Como puede imaginarse, el diálogo bilateral que se está produciendo responde a la consideración de este asunto como conflicto internacional y como tal ha de solucionarse. Es entonces cuando uno se pregunta si sería beneficioso imponer sanciones para desbloquear un conflicto que ha cumplido 35 años. También se me pasa por la cabeza la actitud del gobierno español, antigua potencia colonizadora en el territorio. ¿Por qué no promueve la autodeterminación? ¿Es más importante mantener unas buenas relaciones con Marruecos que hacerse cargo de quienes en un día eran españoles?
Comentarios
Aminatur ha pedido a la ONU que haga algo, mi petición es la mismo, pero con EEUU en el Consejo de Seguridad y con derecho a veto esto va a ser difícil.
Saludos!!
Un saludo y me alegro de verte por estos lares ;)